GRITO POR MI
Como dama quebrada,
Grito por mí, y vuelvo a rogarle a la luna que apague la noche.
Ahora soy rehén de huecos
y es violento el revivir del descarne que imperiosamente huelo.
Sigo en pie, inmóvil,
evocando cicatrices perpetuas color carne
que oxidan a ciegas mis blancas magnolias.
Cada día, respiro inéditas despedidas cortantes,
como sacrificios mudos impuestos por la opaca amargura.
Fantasmagóricamente ingreso de rodillas
al recinto tenebroso de las mutiladas.
¿Por qué mis semillas no florecerán en el espejo?
Coagularé mi sangre ante involuntarios exorcismos,
remarcando en el pentagrama de mis penas
la herida roja y adiposada de las grietas.
Por eso, volveré a rogarle a la luna, invente un par de gargantas nuevas
que en búsqueda desesperada, me consagre fémina
novicia invicta de un desesperado grito.
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