MIRANDO UNA FOTO
A media luz la mesa, a media luz los dos. Así están los abuelos, alrededor de la vela. No se los ve, la penumbra los envuelve, pero además no entraron en el cuadro de la foto porque hubo que reducirla para publicarla acá. Se ha cortado la corriente, cortocircuito, que pena. Pero ellos no se quejan, algo tienen para hacer. Nona Francesca Bonavita teje de memoria un pulóver para el nieto que está por nacer. El nono Giusseppe D’Angelo, bibliotecario, buena vista. Tiene anteojos de montura, sin patillas, pero coqueto no los usa. Revisa libros, anota en una libreta su parecer de cada uno. Y como es muy ordenado, tiene un sellador, y sella al pie de su opinión de lo que es mejor para leer. Beben de la misma copa, un vino que seguro es añejo. Tienen la tijera para apagar la vela por si volviera la luz. Todo completo y a mano. Una escena de paz, sin alboroto, sin nervios, sin exasperación. Qué otra cosa se puede esperar de estos dos divinos personajes que captó el fotógrafo Salvatore Lavitta con mucho tino y creatividad.
Se abre la puerta y entra el hijo Vito Corleone D’Angelo. Le pregunta Francesca si pagó la boleta de Edenor con el dinero que le dio Giusseppe. No, contesta Vito, tenía una fija en la sexta de Palermo mamma……Al viejo D’Angelo se le ponen las venas azules y la cara roja….Figlio di putana, porca miseria..…y le arroja el Ulises de Joyce de 1532 páginas y tapa dura sobre la cabeza. Con razón tenemos que usar la vela, non voglio piú parlare con te, vaffanculo.
El fotógrafo decide retirar la foto que había presentado para la exposición de la Sociedad Cultural Italiana “La Prima Cosa É La Famiglia Unita”.
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