jueves, 15 de abril de 2010

Carmen Amaralis Vega Olivencia-Puerto Rico/Abril de 2010


Crónica escrita por Santiago Risso,de Lima, Perú, invitado a La Primera Feria Internacional del Libro en Mayaguez 
AMARALIS: MUJER DE PUERTO RICO

Acabo de llegar de la isla del ensueño, Puerto Rico. De tan solo 9,997 km2, un poco más que la extensión del Titicaca, y sin embargo mis recuerdos y satisfacciones de aquella tierra boricua son extensos, con un Caribe rico en realismo mágico y vida en plenitud, de guineos, carabelas, castillos y mar. Fui invitado por la comuna local y el Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico a la 1ª Feria Internacional del Libro “Eugenio María de Hostos”, durante la primera semana de marzo, a dar la ponencia “Poesía en el Puerto del Callao. Mar e historia”, conferencia que se llevó a cabo en el auditorio de la biblioteca de dicho centro superior.

Llegué la mañana del 2 de marzo al aeropuerto de San Juan, desde Lima vía Miami, fui recibido con los brazos aspas abiertos de Samuel Laboy, escritor, egiptólogo, quien junto a su esposa Cuca, recorrimos la ciudad, incluyendo el mall Plaza Las Américas y vimos la expo sobre Leonardo Da Vinci, para enrumbar a Mayagüez, al Oeste de la ínsula, a casi tres horas en automóvil. Las pistas un edén, el respeto al peatón en las arterias hacen fluir a un país de satisfacción, pese a que no es nación, recordemos que, desde 1952, es Estado Libre Asociado de EE.UU. Me hospedé en el Howard Johnson, en pleno centro de Mayagüez, a la espalda de la Catedral María Candelaria y la plaza Colón, el hotel es espléndido, es un ex monasterio que combina bien lo moderno y el claustro de antaño. Allí conocí a los otros escritores internacionales invitados, en este caso, se trató de dos venezolanas: María Luisa Lázzaro (de Mérida, Venezuela, poeta y novelista, directora de la Fundación La Escarcha Azul – Fundalea, con casi un centenar de títulos latinoamericanos editados) y Ophir Alviárez, (residente en Houston, Texas, con dos poemarios publicados que van dando la vuelta al orbe), ambas tropicalizaron su país llanero con belleza y amistad. La primera noche en la ciudad del prócer y escritor Eugenio María de Hostos (1839-1903) recibí la invitación de la presidenta del encuentro, la escritora Carmen Amaralis Vega Olivencia y de su esposo, el gran Miguel Márquez, a cenar en un restaurante de comida china cantonesa, similar a nuestros chifas, dicho sea de paso: la comida puertorriqueña es muy parecida a la peruana, si comparamos con países próximos como Ecuador, Argentina o México, por citar tres.

La Feria Internacional del Libro se desarrolló íntegramente en el recinto universitario, en el coliseo y la biblioteca. Hubo alrededor de 40 expositores, entre los cuales: Programa Sea Grant – UPR, editoriales Callejón, Huracán, Preámbulo, Isla Negra, Mariana, Letra 2, Euroamericana, Betances, Serigraf, la Biblioteca Juvenil de Mayagüez, la Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña, la Liga Hostosiana, etc. Se llevó a cabo entre el 3 y el 7 de marzo del presente con foros, conferencias plenarias, espectáculos musicales, que reunieron a poetas, narradores, profesores, alumnos, público en general. Fueron varias conferencias sobre la obra e itinerario vital de Hostos, tanto en Puerto Rico, como en República Dominicana, Chile, Colombia y el Perú, lugares donde residió el autor y líder independentista, dictadas por los doctores Sonia Ruiz, Héctor Feliciano, Julio Muriente. Asimismo, Luz Nereida Pérez trató sobre “Miguel Hernández en Puerto Rico – Celebración del Centenario del poeta universal”, el Dr. José Antonio López presentó libros sobre la tradición musical puertorriqueña, de igual forma se dieron talleres, mesas redondas, bailes folklóricos, conciertos musicales, y, no podía faltar, lectura de cuentos para los felices niños. 

Después de disfrutar de Mayagüez, sus calles, plazas, la finca de Miguel Márquez – algo parecida a la de Horacio Quiroga en San Ignacio, Misiones, Argentina –, la playa Rincón, bañándome en las aguas tibias del Caribe-Atlántico, la piscina del hotel, y el buen sol, donde cantan los coquís o ranitas, y la compañía de los extraordinarios poetas y seres puertorriqueños Antonio Ramírez Córdova y Nélida González, partí, con Samuel y Cuca, hacia la capital. Visitamos al gran pintor corozaleño Sixto Febus, lúcido y a la vez alucinado a sus casi cien años, y la mañana siguiente, el 8 de marzo, antes de ir al aeropuerto y retornar a mi país, no podía faltar el Viejo San Juan, con sus hermosos castillos de San Felipe del Morro y San Cristóbal, además de las breves calles empedradas, como para no olvidar el breve viaje, añorando un pronto retorno de suspiro.      

Traje de Puerto Rico varias maletas repletas de recuerdos y nostalgias, y entre ellas el reciente libro de Carmen Amaralis Vega: Horizonte de vuelos infinitos, editado en Venezuela por La Escarcha Azul como todos sus libros, se trata de un gran volumen de 292 páginas, de poemas y prosas escritas entre los años 2005 y 2009, producto de las vivencias, viajes, amor, de la autora a su país y el mundo. Amaralis es doctora en Química, Física y Analítica, y desde hace 34 años, catedrática en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM), donde ejerce la docencia e investigación, habiendo asesorado más de 45 tesis de maestría. Dirige un laboratorio de investigación científica, es fundadora y presidenta ejecutiva de la Orquesta Sinfónica de Mayagüez. Entre los reconocimientos obtenidos destacan: Medalla de Oro Antoine Lavoisier – Químico Distinguido del Año, Colegio de Químicos de PR (1970), Fellow del Departamento de Estado del Estado Libre Asociado de PR (1972), Fellow del Gobierno del Japón (1982), es miembro de número de la Academia de Artes y Ciencias de PR (desde 1992), del Ateneo del Caribe (desde 1980), Senadora Académica en el Recinto de Mayagüez de la UPR (desde 1990), tiene reconocimientos del Senado de Puerto Rico (2003), de la Cámara de Representantes de PR como Científica Distinguida (1993), de la Universidad Interamericana de PR como Científico Distinguido del Año (1993),  reconocimiento por la Ciudad de Mayagüez como mujer de Horizontes Infinitos en las Letras Puertorriqueñas (1997), y realiza una gran labor humanitaria en cárceles, asilos y orfanatos en PR y República Dominicana. Acaba de ser seleccionada para el premio Coqui de Oro, categoría Literatura – Humanidades, distinción que merece con creces. Ha participado en numerosos encuentros literarios en América y Europa, y tiene 7 libros publicados: Espectros de caricaturas de mi alma (1995), Espejo místico (1996), Comarca de sol y luna (1996), Ojos tatuados (1998), Añoranza en desconcierto/Espectro de ojos místicos (2004), Vida y magia, entornos y sortilegios (2005), y el mencionado Horizontes de vuelos infinitos (2010). De su último libro, con crónicas de viajes, de gustos, sabores, de gran divertimento pero, también con textos de notable fuerza escritural, extraemos la prosa intitulada: “Carta al hijo que nunca llegó”, la misma que está dedicado a Issa Martínez y Cati Coba, y con ello, hasta pronto hermanos de la tierra de Lavoe: “Me quedé esperándote, aún cuando las entrañas se derramaban en vértigo rojo. Te esperé, los brazos me dolían de tanto estirarlos hacia ti y tu infinito. Te amamantaré en mis sueños y los senos se secaron mustios sin el sabor de la sal de tu boca. Desde lejos me llegaba tu llanto, desesperada corría como aturdida por tus gritos distantes. / Sabes que te amo más que a mi propia vida, que sin pensarlo dos veces, te hubiera dejado mi espacio y me hubiera marchado yo. Nunca escucharé tu voz ni tus quejas, nunca sentiré el calor de tu cuerpo, ni podré contestar tus preguntas. Sé que tienes muchas interrogantes. Sé que me reprochas y clavas puñales en mi centro. / Estoy aquí, sin destino, sin voces, sin la esperanza de ver propagar mi gen. Con los brazos vacíos recojo rosas y las lanzo al viento, deseando que desde algún lugar recibas el perfume que te ofrezco”.     

1 comentario:

carmen amaralis dijo...

Saniago Risso, esta crónica que redactas desde tu corazón, es perfecta, gracias por el honor que tuvimos de resivirte en nuestra Isla y Mayaguez te recordará siempre, espero se repita pronto, Carmen Amaralis
www.carmen-amaralis.com