OH MUNDO!
Oh mundo!
Esto no es un verano
donde florecen rosas, alelíes, magnolias,
esto es un vergonzoso invierno de muertos
como frutos verdes o maduros
arrancados del vigoroso árbol de la vida.
Oh mundo
Demente, desvariado, desalmado,
estoy aquí a pesar
de haber muerto tantas veces.
Estoy aquí a pesar, sí
a pesar de tantos chacales
devorando cadáveres y moribundos.
Oh mundo!
Viejo patrón soberbio,
socio de la mañosa muerte,
estoy aquí ,estoy en ti
porque Ella es un motor indestructible,
porque Ella es mi motor
porque Ella me empuja, me apura
me sumerge en sus palabras
para no claudicar.
La Amo porque de amor
un día mi vida nació,
porque con Ella,
que está en Ellos,
no podrás
es la energía que atrapa
para no abandonarte.
Oh Mundo!
No podrás extinguir mi fuego
No podrás!
aunque me mandes tanto frío.
Revista Literarte creada en Noviembre de 2001 para la difusión de todas las disciplinas del arte.Declarada de Interés Cultural por el Honorable Concejo Deliberante de Vicente López en Diciembre de 2002. DECLARADA DE INTERÉS CULTURAL POR LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA SEGÚN RESOLUCIÓN 1706/10, en Junio de 2010 Si querés publicar tu texto, música, pinturas, esculturas, danzas; enviá el material a: revistadigitalliterarte@gmail.com
martes, 31 de enero de 2012
Cristina Villanueva-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
Paisaje
-caricia
La mano se arquea
apenas, busca la suavidad, las señales de la vida del otro, roza la
cara, toma el pelo, se despliega, lo inunda de un vaivén casi canto o
cuna.
Sobre esa
cabeza, las uñas rojas de ella rozan, con magia, las ideas y las
sensaciones del interior de él, se toca con los sueños los bordea, los
aviva La mano protege, libera, se ilusiona, se pierde en los laberintos del
otro. Hechicera, ella aprende, se entibia, se transforma. Los
dos transmiten un idoma extraño como formado por lo
inexplicable
Visto desde lo
alto son colinas surcadas por hilos de nieve con diez
fuegos encendidos, alumbrando.
Stella Maris Taboro-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
El tiempo de las fresas
La luz caía como puñal desprendido del cielo. La
claraboya devoraba la claridad y la ponía delicadamente en la alcoba de Elisa.
Ella despertaba de un sueño sin sueños.
Había intentado atrapar la magia del bosque cercano. Buscó más de cien veces conversar con las hadas, con los gnomos y hasta con las luciérnagas antes de dormir. Pero ahora que despertaba a la adolescencia, otras sensaciones le recorrían. Entonces soñaba estando despierta, plasmaba en los espejos frases con perfumes a fresas, aunque a veces asomaban algunas niñerías de su infancia pasada, las sorpresas de las navidades, los cumpleaños cargados de dulzuras, colores, risas y juegos, sus berrinches, los cuentos de la abuela, los consejos de mamá… Todo se mezclaba en ese puente hacia lo desconocido, el ser mujer, tener tacones, como había ensayado con los de mamá. Pintarse los labios, sombrear sus ojos, mirarse mil veces al espejo, ensayar mil firmas y no decidirse por ninguna. Sentirse alegre y a veces melancólica.
Qué extraña situación estaba viviendo, le habían hablado de un príncipe azul, pero a ella le gustaba alguien que nada tenía de azul. Le habían dicho que se trata de la edad del pavo, pero ella se sentía una reina recién nacida o una princesa como la de los cuentos, viviendo en un castillo de ilusiones, de esperanzas, con espejos de ideas cambiantes y sin miedos. Le gustaba revelar en su diario íntimo todo lo que quería y sentía y estaba segura que allí quedaba guardado en secreto, el mayor secreto del mundo. Nadie accedería a esas hojas que en silencio guardaban todo lo que ella vivía en ese, su tiempo de fresas.
Había intentado atrapar la magia del bosque cercano. Buscó más de cien veces conversar con las hadas, con los gnomos y hasta con las luciérnagas antes de dormir. Pero ahora que despertaba a la adolescencia, otras sensaciones le recorrían. Entonces soñaba estando despierta, plasmaba en los espejos frases con perfumes a fresas, aunque a veces asomaban algunas niñerías de su infancia pasada, las sorpresas de las navidades, los cumpleaños cargados de dulzuras, colores, risas y juegos, sus berrinches, los cuentos de la abuela, los consejos de mamá… Todo se mezclaba en ese puente hacia lo desconocido, el ser mujer, tener tacones, como había ensayado con los de mamá. Pintarse los labios, sombrear sus ojos, mirarse mil veces al espejo, ensayar mil firmas y no decidirse por ninguna. Sentirse alegre y a veces melancólica.
Qué extraña situación estaba viviendo, le habían hablado de un príncipe azul, pero a ella le gustaba alguien que nada tenía de azul. Le habían dicho que se trata de la edad del pavo, pero ella se sentía una reina recién nacida o una princesa como la de los cuentos, viviendo en un castillo de ilusiones, de esperanzas, con espejos de ideas cambiantes y sin miedos. Le gustaba revelar en su diario íntimo todo lo que quería y sentía y estaba segura que allí quedaba guardado en secreto, el mayor secreto del mundo. Nadie accedería a esas hojas que en silencio guardaban todo lo que ella vivía en ese, su tiempo de fresas.
Luis Tulio Siburu-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
NO HAY POESIA SIN
MUSICA INTERIOR
Tratá de que
alrededor
no haya ruido alguno.
Concentráte.Bajá la
cabeza.
Apoyá la oreja sobre
la blanca hoja
donde duerme un
poema.
Escuchá bien en su
interior.
Te parecerá oír mudas
cuartetas.
Es música , aunque
vos no la percibas.
Ansiedad y
creatividad silenciosas.
Sin esa insonoridad
dentro suyo
el poeta no se
inspira,
los versos no nacen,
los sonetos no
coinciden.
Musicalidad que
existe y
es necesario que así
ocurra.
No hay un instrumento
que la lleve al
viento,
pero sí una orquesta
virtual
que la deposita en el
alma.
Y desde ella fluye el
mensaje,
se destilan las
emociones ,
se conjugan corcheas
con letras,
clave de sol con
pálida luna,
bemoles con rimas,
doremifasollasi
cayendo
disímiles , como
gotas de llovizna.
Blancas y negras
conviviendo ,
sin angustia de
discriminación.
Fusas y semifusas en
el ambiente
sórdido de un dolor
difuso.
Tonos y semitonos con
acentos
esdrújulos,graves y
agudos.
Alegría y tristeza en
diferentes ritmos.
Ahora ya lo
comprendés.
Sentirás entonces
que de las cuerdas
paralelas
del pentagrama ,
está naciendo una
melodía.
Esa mezcla de obóes y
violines
es aspirada ,
apetecida ,
por un poeta sin
sordera.
Y en el gramófono de
papel y tinta ,
comienza a vibrar una
poesía.
Néstor Javier Salinas Soto-Chileno, reside en España/Enero de 2012
PRESTO
Límpiate los oídos
con
un palo borracho
Casi en un acto masturbatorio,
excítalo
al refregar
sus espinas con los bordes
de
tus canales,
Es hora de escuchar y no
vivir
con
las alas plegadas
con la alerta adornando tu carne
y con el cerebro en los sartenes
donde esperan los que no quieren escuchar
alimentando a los vivarachos sin cara
con lengua eléctrica
y corazón
de espalda,
que te dan mano de cinco bocas
Y te
van devorando
Poco a poco.
Ana Romano-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
Laberinto
Furioso
masculla
La bronca
avanza
trepa
se expande
La oscuridad
aturde
Adormece
el
acoso
el raciocinio
El pánico
vigila
Corre
La puerta
se abre.
Carmen Rojas Larrazabal-Venezolana, reside en Los Ángeles, California, EEUU/Enero de 2012
ES INVIERNO EN
EL ALMA
"Me dejas como una sombra al lado del camino.
Y es invierno en el alma;
Y no llueve,
Y tengo miedo de morir sin haber conocido Paris de tu mano..."
Pepe Sánchez
Es Invierno en el alma.
Estos atardeceres van quemando sus metales
entre los incandescentes rojos del recuerdo.
En despedida inhóspita, te habito,
en un sagrado ritual de pasión irreverente,
en el último grito que susurra un beso
cuando debe morir sin conocer tus labios
para tan solo desangrar de olvido
entre los ecos idos de tu frente.
Es invierno en el alma.
Y hoy pierde su razón, el horizonte,
no se hasta donde viajan sus tristezas,
solo se que la mía en ti se queda
detrás de cada lluvia que aun no llega
y en el ultimo abismo de tus noches.
Es invierno en el alma.
Y han callado a mil voces, tu mirada,
deshilando los hilos de mi entrega,
hasta el fondo de un sueño que se queda,
bajo el llanto de los pasos que se marchan.
Es invierno en el alma.
Y no tengo respuestas para el aire
que se niega a respirar tu adiós,
que me roba la brisa-altura de tus cimas
y me lanza al valle-olvido donde casi siempre
agoniza el corazón.
Es invierno en el alma.
Y escucho los sonidos lacerantes de tu angustia,
me encuentro en los abrazos de tu aliento
tras la mágica palabra que apresura los silencios
para que cada herida vaya desnudando sus verdades
y salvarme así, de esta lluvia que te busca.
Es invierno en el alma.
No estas solo bajo nubes grises,
ni ha llovido sin testigo en tus caminos,
en tus huellas y en tu invierno, sobrevivo,
anhelando tu agua fresca en mis raíces.
Es invierno en el alma.
Y no te olvido.
Ni que mojen la memoria de tus besos,
ni que llueva a puro fuego en tu silencio,
ni que se declare de otoño el frío invierno
para encender los colores de tu ausencia.
Ascensión Reyes Elgueta-Viña del Mar, Chile/Enero de 2012
CAOS
¡Soñé o fue real!, mi casa daba vueltas y
más vueltas; sentía estallar vidrios. Sonido de tambores furiosos golpeando el
aire. El cielo parecía caer sobre la tierra en nubes oscuras. Me sujetaba con
ávidas garras sobre las ramas que tenía cercanas. Los ojos me enseñaban algo
que no atinaba a comprender. De pronto algo pasó volando, muy cerca, con
estruendos metálicos. Una pared se derrumbó desgranándose en mil pedazos. Sentía
gritos pidiendo auxilio en un caos que venía desde las entrañas de ese infierno
que antes fue una hermosa población. En la playa flotaban casas, muebles y todo
cuanto es dable imaginar. Sin embargo, era yo y debía luchar por vivir. En un
momento pensé en los dinosaurios, cuando un cataclismo los borró de la tierra.
Yo no estaba dispuesta a permitir que ello ocurriera, frené mi miedo y afirmé
con toda la fuerza que pude, mis tres huevecillos dentro del nido.
Rolando Revagliatti-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
Prosa
inédita de Rolando Revagliatti para
edición-e de “Historietas del Amor”
Declaración
Amigo
mío: Dejo constancia que preveo en nuestras próximas vidas, seducirte. Es con
la esperanza de lograrlo que en nuestras próximas vidas estaré atenta a volver
a conocerte y tratarte, acaso en nuestras respectivas adolescencias. Ansío que
en nuestras próximas vidas sostengamos nuestros buenos humores. Habré de
preferirte más crítico que en ésta, menos voluntarista y bien pensado. Opino
que mi influencia será rotunda, por no decir arrasadora. Y el así inferirlo, me
hace feliz.
Amigo
mío que habrás de quedar en nuestras actuales vidas, ya en curso y muy
avanzadas, en amigo mío, te acaricio el alma con mi confeso platonismo, en este
larguísimo mensaje de texto, que dentro de unos minutos te alcanzará en tu
celular, y deseo, te sorprenderá. Es entonces, mientras me despido, cuando
literaria y juguetona, yo, Agustina, te saludo.
José Pablo Quevedo-Peruano, reside en Alemania/Enero de 2012
Comentario
bibliográfico del poemario “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo” de
Rolando Revagliatti (editado
electrónicamente en Buenos Aires, la Argentina, 2010, y disponible gratuitamente en http://www.revagliatti.net), por José Pablo Quevedo, en Alemania.
Comentario y muestra de dicho libro se difundieron en el nº 24, julio-diciembre 2010, 3ª Etapa, de la Revista (soporte papel)
“Alhucema” de Albolote, Granada, España.
Cuando una vez las estrellas se apaguen en su curso, no quedará el vacío de lo que fueron, sino que desde el polvo cósmico trasformado se harán los nuevos nidos de otras estrellas, y nuevamente serán ellas quienes propaguen la luz esclarecedora de su tiempo. Pues los poemas de Rolando Revagliatti son pequeñas piedrecitas brillantes, hechas casi como imágenes visuales y ajustadas a nuestro tiempo, por lo tanto, no convencionales, a manera de aforismos, paradojas, sentencias, etc. Y nos lo entrega en papel de regalo para este 2011, y para otros siglos de permanencia.
La PALABRA de Revagliatti se ajusta liviana pero es pesada como un planeta, es breve pero afilada como mil espadas, cargada de humor pero que emite sus sentencias contra los siglos de subseción y de los convencionalismos sociales. Impone su lógica convergente y divergente. Está hecha de tiempo binario polar de la sucesión-subseción, condensada en una propia innovación. Su quehacer, otro crítico de su arte lo ha llamado Revagliattismo. El poeta, argentino, escribe sobre la esencia singular de lo moderno, y con ello, marca las diferencias epocales, que han sido establecidas por otros grandes poetas españoles o latinoamericanos en otras épocas SUBSECIVAS de una historia de las letras castellanas. Hablemos, entonces, del Príncipe de los Dinamiteros, como es Francisco de Quevedo y Villegas, o como lo es el tradicionista Ricardo Palma en la Lima de sus albores republicanos, y que con su ironía punzante latigueaba a la aristocracia de los señores encomenderos, y como también lo hace su contemporáneo, el peruano Raúl Gálvez Cuellar con su famoso libro de aforismos, "De Mi Sombrero".
Los textos de Revagliatti, salidos en los espacios virtuales: OJALÁ QUE TE PISE UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, son trasmutantes, positivos en la regresión diferenciada y epocal moderna; además son minimalistas y en algunos casos respiran y condensan el humor de los grandes dinamiteros de la historia de nuestra literatura castellana. Me gusta el que se prodiga a la contrariedad (las contrariedades) en sus reflexiones poéticas, en que su autor asume una tríada lógica o ilógica (muchas veces), para hallar lo convergente o lo divergente de la que están hechas las relaciones humanas y las bases de sus principios morales. Juega entre los oponentes y usurpa o asalta el reino de esas relaciones convencionales y las pone boca-abajo, las dinamita o hace estallar en ráfagas minimalistas. El pensamiento conservador regresivo, que aún prevalece, nos parece que se va o se deshace en una estela de humo. El silogismo, emerge así, como el arte de pensar de lo contradictorio, y que se hace al desenvolver un ovillo razonado dentro de una lógica formal y sutil en donde una parte de la realidad se pone en juego en una catarsis que nos refresca espiritualmente y va hacia otra parte de lo que no nos deseamos.
Por oposición a otra idea ya pasada,
hacemos un argumento breve como réplica. Ello es un juego de la razón que tiene
en un modus coloquial su asidero, un ingenio de contraregla que conoce
acertadamente otra regla y que inspira al contrayente para desarmar cualquier
artificio. Usa el pretexto general o singular y ambiguo de su propia creación
para poner ante el sol los cordeles de una verdad intuitiva en contra del argumento
conservador y trasmutar en la piel del tiempo que vive. Los poemas exponen el
humor fino, la cotidianidad y el carácter general humano confrontado en otra
esencia epocal repetitiva diferenciada. Pues las esencias son las repeticiones
en sus diferencias y en las trasgresiones de cada periodo, en sus
singularidades y albedríos. Ellas no tienen esquemas ni logran
convencionalismos que se respeten, son la totalidad del tiempo hecho un
momento, algo que se arma y que se alza con su propia evolución contra todo lo
convencional.
Carta en la
que José Pablo Quevedo formula a Rolando Revagliatti consideraciones sobre el
concepto de subseción, con
posterioridad a su comentario bibliográfico del poemario “Ojalá que te pise un
tranvía llamado Deseo” de Revagliatti.
Querido Rolando:
Como tú sabes, los ensayistas, literatos o los que nos ocupamos de la Literatura Universal en sus fuentes de creación, tomamos de una realidad histórica social los conceptos que consideramos le pertenecen a ella, y no arbitrariamente los creamos de una IDEA, sino que ellos, reflejan las características de una o varias épocas definidas dentro del movimiento histórico-social.
En este caso, el término SUBSECIÓN me pertenece, y esa subseción histórica, sirve para designar un concepto o una categoría que refleja una realidad histórica social Continental (en su forma material y espiritual), y que ha sido determinada por la relación de una imposición o por la deformación de otro organismo histórico social, es decir, lo anterior existente en nuestro Continente, y en todo caso, también puede aplicarse a otros Continentes.
Sobre las características de estas determinancias, sus relaciones en nuestro proceso histórico continental y lo que se sucede después, y hasta nuestros días en sus mutaciones, en otro momento, te puedo enviar mi análisis o ensayo sobre este tema.
En todo caso, es mi opinión sobre lo que formulo.
Tus poemas minimalistas y aforismos, en esta época GLOBALIZADA, reflejan en tu estilo, otra instancia de las mutaciones de las clases sociales y tipos sociales en nuestro Continente, en cuanto a su comportamiento y moralidad, en una lucha existente entre la formas tradicionales y las modernas de vida.
Y en ello, precisamente, reside tu ingenio creador en el cual sabes unir en un acto regresivo-futurista, diversas épocas históricas - trasgrediendo o uniendo sus pétalos epocales-, para mostrarnos esa ironía de lo que solamente ha mutado dentro de esas clases y con lo cual se trata de normar el tiempo actual. Es decir, en tus imágenes, en su contenido, está lo condicionado y lo no condicionado en su lucha contraria: lo que es convencional y es tradicional en el pensamiento y que va en contra de la imagen moderna de la vida, y el pensamiento que trata de NEGAR.
Tu ironía nos invita a despertarnos y a limpiar ese polvo restante de la historia, y allí tu Arte va en su crecimiento.
Como tú sabes, los ensayistas, literatos o los que nos ocupamos de la Literatura Universal en sus fuentes de creación, tomamos de una realidad histórica social los conceptos que consideramos le pertenecen a ella, y no arbitrariamente los creamos de una IDEA, sino que ellos, reflejan las características de una o varias épocas definidas dentro del movimiento histórico-social.
En este caso, el término SUBSECIÓN me pertenece, y esa subseción histórica, sirve para designar un concepto o una categoría que refleja una realidad histórica social Continental (en su forma material y espiritual), y que ha sido determinada por la relación de una imposición o por la deformación de otro organismo histórico social, es decir, lo anterior existente en nuestro Continente, y en todo caso, también puede aplicarse a otros Continentes.
Sobre las características de estas determinancias, sus relaciones en nuestro proceso histórico continental y lo que se sucede después, y hasta nuestros días en sus mutaciones, en otro momento, te puedo enviar mi análisis o ensayo sobre este tema.
En todo caso, es mi opinión sobre lo que formulo.
Tus poemas minimalistas y aforismos, en esta época GLOBALIZADA, reflejan en tu estilo, otra instancia de las mutaciones de las clases sociales y tipos sociales en nuestro Continente, en cuanto a su comportamiento y moralidad, en una lucha existente entre la formas tradicionales y las modernas de vida.
Y en ello, precisamente, reside tu ingenio creador en el cual sabes unir en un acto regresivo-futurista, diversas épocas históricas - trasgrediendo o uniendo sus pétalos epocales-, para mostrarnos esa ironía de lo que solamente ha mutado dentro de esas clases y con lo cual se trata de normar el tiempo actual. Es decir, en tus imágenes, en su contenido, está lo condicionado y lo no condicionado en su lucha contraria: lo que es convencional y es tradicional en el pensamiento y que va en contra de la imagen moderna de la vida, y el pensamiento que trata de NEGAR.
Tu ironía nos invita a despertarnos y a limpiar ese polvo restante de la historia, y allí tu Arte va en su crecimiento.
José Pablo Quevedo
Alemania, septiembre 2010
Zulma Prina-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
Sobre la ausencia
Es esta pena mía de
la ausencia
mojada en el
silencio de la espera.
En esta soledad
sobre tu esencia
se agrieta en su
desvelo, una quimera.
Es este cauce lento,
que a su vera
reprime la verdad en
su impaciencia.
Mientras, brota una
lágrima primera
como brindis de
sangre a tu presencia.
No sé si es el dolor
que me condena
o la angustia que
sufro por no verte.
No sé si es este
amor que me encadena
a entregarte total,
mi alma inerte
que un hálito de
cielo ante la pena
me lleva por tu ausencia,
hacia la muerte.
Nilda Antonia Pigazzini-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
TE AMÉ
Te amé en un paroxismo
Precoz, prematuro
con dudas ,con dolor ...
Deje el infantil pregón ,
los ideales
Crecí en un sueño
de ternura.
En el remanso de tu
sabiduría ,
deambulé …
en un caudaloso torrente
de poemas.
Álvaro Iván Ortegón González-Cali, Colombia/Enero de 2012
Arte poética
Libre como cometa en cosmos métrico.
Sentencia alusiva a auroras tenues,
que en solsticio ondean orgullosas en el cielo
tras idear esbozos íntimos del pensamiento.
Complejidad demanda entendimiento recóndito
para seguir hilando alegorías;
todo tipo de construcción, historia emergente,
que brota silente con sentido profundo.
Trazos repentinos irrumpen fontanar de creación,
¡oh, pináculo de numen encendido por vestigios!
Minúsculos símbolos históricos invitan al Yo,
a emanar ideas y sensibilizar su libertad musical.
Bajo armonía del matiz, se emiten vocablos,
que forjan la cadencia fogosa;
coloreando cerca al umbral de rima,
la inspiración halla su morada.
Vislumbrando la proximidad de la musa,
emana luz de diosa sobre la pluma
-palpar hemistiquios y cesuras-, libre, el verso,
no logra sucumbir ante sus propias idealizaciones.
Es preciso desentrañar
el nodo de nuestra alma;
conocerla para no describir realidades incongruentes,
pues una estrofa escrita en la blanca llanura
expelería sabores sin belleza sobre azur.
Tentativa fulge la perfección en el bosquejo;
empero, al soltar las sirgas espontáneas,
parece que alcanza el impulso primigenio,
el velo roto del caótico rasgo.
No te preocupes por el orden
adviene al hilvanar subformas,
y al acantonar el brillo emergente,
asocia la libre delineación
de la gran metáfora
al devenir escritural de tu existencia.
Construida la obra,
se enarbolan las imágenes abandonadas
como un recuerdo nocturno,
súbitamente la pesadumbre
expande sus trozos agrios
que en tinta rociada,
caen desde los montes de Urano,
vastas ideas.
Al cantar estrofas natátiles
sobre un bajel undívago,
decide viajar sereno
en el oleaje asiduo de la mar,
y bajo el velamen del título,
el firmamento de signos
se tornará menester
como la sinfonía interna.
Dámaso Manuel Martínez-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
Fotografía de barrio
A
Vinicius
Virginal gacela…
Ondula en Centenera.
Viejo león hastiado acecha…
Un arrebato, un relámpago,
un salto…
Cuello atrapado, en fauces quieta.
Virginal gacela,
ondula sensual, ya por Rosario
Viejo poeta, la encierra en su poema
Hacia la plaza…
Ondula sensual, aquella…
Mientras explota…
Brutal la primavera!
María Esther García López-Piedras Blancas, Asturias, España-Homenaje a Miguel Hernández/Enero de 2012
Presencia
“Todo
está lleno de ti, amor…”
Miguel
Hernández
Too ta enlleno de ti,
amor.
Los caminos, los parques,
los ríos, les cais que caleyo.
Too ta enlleno de ti,
amor.
Y, en cada momentu del mio cuerpu
hai una señal indeleble,
que nun se borra col tiempu.
Too ta enlleno de
ti,
amor.
Les pallabres que pronuncio,
l’aire,
los suspiros, los besos, los pensamientos, los deseos...
Too ta
enlleno de ti,
amor.
Susana Beatriz Fondado/Enero de 2012
El amigo de Roque
Roque mira hacia su costado donde ve su amigo parado y conversa, se
queja de la sequía, se queja del sol, levanta los ojos hacia el astro y los
baja sin ver, el otro algo le contesta, porque Roque sigue rezongando, pega
media vuelta, levanta los hombros, entre frase y frase, se pasa la mano por la
cabeza en su típico ademán nervioso.
Se
asoma a la puerta con el mate en la mano, habla sin parar mirando a su amigo.
¿Cuál será el tema, cuál será?
Se
nota en su boca una mala palabra, que saliendo de el nunca es tan mala.
Manos en los bolsillos, sigue conversando ¿Qué habrá en sus
pensamientos? Acaso los duendes jueguen con su razonamiento.
Sonríe, con las manos haciendo señas, tiene maíz en el corazón, trigo en
su mirada, en su cabeza la nada jugándole una pulseada.
Saluda a los que pasan, los acompaña a la esquina, con amabilidad
devota, hablando de cualquier cosa, vuelve para su casa y charla otra vez tan
solo, Roque solito lo ve…a su amigo
imaginario que no se separa de el.
Abel Espil-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2012
LA HORMIGA PERDIDA
"Era la última
hormiga de la caravana y no pudo seguir la ruta de sus compañeras". Quedó
como ausente .Perdida. Por primera vez tomaban ese camino. Se distrajo
observando un vaso fino y alto. Pensó que era el momento de vivir su vida .Se
sentía independiente y con un poco de hambre . En la mesa, encontró pequeñas y
ricas migas de pan blanco . Estaba tranquila . Él continuaba ahí . Si le
llegaba arriba, pero muy arriba, podría ver al mundo de distinta manera. Claro
que se olvido lo principal. Había instantes en que lo veía apoyado en la mesa,
y en otros momentos era llenado con un líquido oscuro , que el señor grande
llevaba a sus labios.
Ella, observó. Acaso no
era una hormiga. No son populares por su trabajo y paciencia . Ella , decidió
tenerla.
En corto tiempo, se dio
cuenta que era mayor el tiempo en que el vaso estaba en la mesa , que en la
boca del grandote. Se acercó, comenzó a subirlo, pero patinaba y descendía. Lo
intentó muchas veces , fallando en todas. ¿ que hacer ?
La tentación era muy
importante.
No había comido todas
las migajas . Se las fue acercando y montando una sobre otra . Se daba cuenta
que le quedaba poco tiempo. Llegó ¡ al fin ! : y todo lo veía muy distinto .
Duró poco la felicidad .
Una mano enorme y con muchos dedos levantó el vaso fino y alto .
Otra mano, la tomó de su
espalda, colocándola en la pequeña mesa .
Se escuchó una fuerte
risa acompañado por un puñetazo .
Marta Díaz Petenatti-Zona Rural de la Provincia de Santa Fe, Argentina/Enero de 2012
LA PIEZA
Tenía nueve años y el coraje
infinito que sólo da la falta de vivencias en la vida. Es por eso que, haciendo
caso omiso a los rumores que había mamado desde mi nacimiento relacionados con
“La Pieza”,
estuve varios días agazapada estudiando
todos los movimientos de la casa para poder descifrar quién tenía la llave de
entrada a la misma y dónde la tenía escondida.
En ella vivían mis abuelos, desde
siempre perteneció a la familia, y por conversaciones que se interrumpían
drásticamente cuando llegaba o me aproximaba, había llegado a la conclusión de
que algo pasaba relacionado con la misma, pero nadie me lo quería decir.
Además, cada vez que inútilmente quería
entrar, los gritos de quien estaba más cerca coartaba mi impulso, recibiendo
además una larga y bien estudiada reprimenda.
Entonces, cansada de tanto misterio, resolví
develarlo personalmente.
Me fue difícil encontrar el
escondite de la famosa y bien cuidada llave, pero lo logré por un descuido
verbal de mi querida y recordada abuela Teresa, quien nunca supo de su
indiscreción.
Ese día estuve demasiado nerviosa, a
tal punto que las horas, otrora lerdas y monótonas, pasaban cual vuelo de
águila.
Y la noche llegó, y con ella los
preparativos minuciosamente programados. Me puse el pijama, saludé a todos y me
acosté.
Debajo de la almohada tenía la linterna. Esperé ansiosa a que todos
se acostaran. Mi corazón parecía un caballo desbocado corriendo por un prado.
Tal eran los sonidos que producía y repercutían en mi adrenalina que circulaba
a muchas revoluciones por segundos. Lo sentía latir en mi garganta y en mis
sienes.
Cuando comprobé que todos dormían me
levanté sigilosa y fui hasta la cocina a buscar la llave que estaba escondida
detrás de un ladrillo flojo de la marlera donde mi abuela almacenaba el
indispensable combustible para su cocina a leña.
Ya los latidos repercutían como bombos en mi
cabeza, y al poner la llave muy despacito en la cerradura comenzó a erizarse mi
espinilla haciéndome sentir una sensación que iba del calor al frío; del
quedarme al huir.
Pero me quedé… y entré.
Todo era de una oscuridad absoluta.
Prendí tímidamente la linterna y…¡me petrifiqué!...cerca de la ventana que daba
al patio trasero, había una pequeña mesa, y detrás de ella, entre un humo verde
que flotaba en casi toda la habitación estaba sentado un espectro con un
turbante negro, en esa penumbra que sólo permitía que se notara su contorno por
la iluminación que producían las velas que despedían un claro olor a incienso.
Comencé a desandar el camino recorrido calculando
el lugar de la puerta que estaba a mis espaldas, con el sólo objeto de salir corriendo.
La figura se levantaba despacio, con una mano
extendida hacia mí, que ya hasta había perdido la noción de quién era, y en su
avance, con una voz ronca y gutural decía cosas ininteligibles, suplicando que
fuera a su encuentro, aunque me parecía que lo único que quería era atraparme y
llevarme con ella.
Cada vez estaba más cerca. Me
parecía sentir su respiración caliente y putrefacta danzando sobre mi cara.
Mi mano, volcada hacia atrás tomó el
picaporte que, negándose a que lo pudiera abrir quemó intensa y profundamente
mi piel.
Ya desmayaba. El terror producía un dolor tan intenso en mi pecho que
creí que un infarto terminaría con mi corta vida.
De pronto sentí que me sacudían bruscamente.
Abrí los ojos cargados de terror y ahí, sobre mí, encontré la cara dulce y
tierna de mi abuela.
Di un salto en la cama y la abracé tan fuerte
que mi ímpetu desmedido le produjo mucha risa. Había venido a invitarme a desayunar,
así que calcé mis chinelas y fui tras ella dando gracias de haber despertado de
ese terrible sueño.
Sentada, y mientras servía su siempre
exquisito café, refunfuñó diciendo como todas las veces…¿a ver cómo están de
limpias las manos?... las levanté rápida para mostrárselas porque el aroma de
ese brebaje me atrapaba, cuando escuché que me decía:
_¿Qué te pasó?...¿te quemaste?
La garganta se me cerró nuevamente del susto.
Miré mis manos y ahí, justo ahí, en la palma
de una de ellas y como grabado a fuego estaba la marca irrefutable e
inexplicable del picaporte de “La
Pieza”.
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