La tragedia del desarrollo en el Hip Hop estadounidense
“To revolutionize make a change nothin's strange
People, people we are the same”
People, people we are the same”
Public Enemy, fragmento de “Fight the Power” (1989)
“Niggaz would think I bumped my fuckin head and went crazy
If I put diamonds in my teeth like Baby”
If I put diamonds in my teeth like Baby”
50 Cent, fragmento de “What If” (2005)
“Me presento hoy ante ustedes con humildad
ante la tarea que tenemos por delante
agradecido por la confianza que me otorgan
y consciente de los sacrificios realizados por nuestros ancestros”.
Fragmento traducido del discurso de Barack Obama al asumir la presidencia de EEUU (2009)
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El Hip Hop quizás fue uno de los géneros que más han sufrido a manos de las fuerzas conservadoras del mercado y la industria cultural estadounidense. De haber nacido bajo los albores de las nuevas expresiones de resistencia y militancia en los ochentas desde los llanos postergados y vulnerables de las metrópolis frente a las políticas económicas neoracistas del establishment estadounidense, pasaron a ser un engranaje más que sostiene la hegemonía de esos valores contra los que luchaban. De Afrika Bambaataa, Grandmaster Flash, A Tribe Called Quest y Public Enemy se pasó a la debacle con Eminem y 50 Cent. Puntas de lanza neoconservadoras que solo fueron la punta del iceberg desvirtualizador de todo contenido militante dentro del genero.
Por otro lado, Kanye West y Jay- Z surgieron como posibles barajas de cambio en sus momentos pero terminaron siendo una dorada de pildora. Hip-Hop de alta costura, con quizás algunas pequeñas brisas de lucidez (muchas de estas gracias a remixes o incursiones en la electrónica) pero a fin de cuentas, todo posible cuestionamiento esta 'controlado' dentro de los parámetros de lo “políticamente correcto”. No hay sorpresa, solo masterización y pulcritud. En esto también cayeron muchas bandas ubicadas anteriormente en el plano de las luchas por las causas justas y las reivindicaciones culturales como De La Soul y Jurassic Five, estos últimos al punto de traer como invitado a Dave Mathews (de Dave Mathews Band, conjunto de pop suave, adulto y Mainstream) en su último disco.
El derrotero que va desde la vieja escuela militante a Kanye West quizás sea paralelo con el nivel de maduración e institucionalización en el que ha derivado la lucha por los derechos de la minoria negra en EEUU, la cual en medio de las urgentes reparaciones sociales y políticas, en vez de seguir sosteniendo una firme resistencia de las bases, ha sucumbido a los nichos de mercado disfrazados de 'oportunidades de ascenso' que permanentemente crea la gigantesca industria cultural del país norteamericano.
A lo que se quiere ir es que en el EEUU actual gran parte del Hip Hop es un maquillaje, como lo fue el triunfo de Obama luego de décadas de confrontaciones, avances y retrocesos de una minoria en una sociedad cuyo mantra reaccionario sigue vigente. A pesar de que la institucionalización de este género representa en alguna forma la magnitud de las conquistas sociales y culturales de la idiosincrasia a la que pertenecen así como las trayectorias posteriores de muchos de sus representantes actuales puedan deparar golpes de efectos reformistas, han sido cooptados por el show business que engrosa cada día al capitalismo en aquella nación. Estilo pero no sustancia, que le dicen.
Por otro lado, Kanye West y Jay- Z surgieron como posibles barajas de cambio en sus momentos pero terminaron siendo una dorada de pildora. Hip-Hop de alta costura, con quizás algunas pequeñas brisas de lucidez (muchas de estas gracias a remixes o incursiones en la electrónica) pero a fin de cuentas, todo posible cuestionamiento esta 'controlado' dentro de los parámetros de lo “políticamente correcto”. No hay sorpresa, solo masterización y pulcritud. En esto también cayeron muchas bandas ubicadas anteriormente en el plano de las luchas por las causas justas y las reivindicaciones culturales como De La Soul y Jurassic Five, estos últimos al punto de traer como invitado a Dave Mathews (de Dave Mathews Band, conjunto de pop suave, adulto y Mainstream) en su último disco.
El derrotero que va desde la vieja escuela militante a Kanye West quizás sea paralelo con el nivel de maduración e institucionalización en el que ha derivado la lucha por los derechos de la minoria negra en EEUU, la cual en medio de las urgentes reparaciones sociales y políticas, en vez de seguir sosteniendo una firme resistencia de las bases, ha sucumbido a los nichos de mercado disfrazados de 'oportunidades de ascenso' que permanentemente crea la gigantesca industria cultural del país norteamericano.
A lo que se quiere ir es que en el EEUU actual gran parte del Hip Hop es un maquillaje, como lo fue el triunfo de Obama luego de décadas de confrontaciones, avances y retrocesos de una minoria en una sociedad cuyo mantra reaccionario sigue vigente. A pesar de que la institucionalización de este género representa en alguna forma la magnitud de las conquistas sociales y culturales de la idiosincrasia a la que pertenecen así como las trayectorias posteriores de muchos de sus representantes actuales puedan deparar golpes de efectos reformistas, han sido cooptados por el show business que engrosa cada día al capitalismo en aquella nación. Estilo pero no sustancia, que le dicen.