martes, 24 de noviembre de 2020

Liz Vanessa Rodríguez/Noviembre de 2020


 

LA NOCHE DEL SILENCIO

 

La noche silente empapa mi alma

Recaba en la calma

Orilla mis ganas

Naciente corona de ortigas y cactus

Princesa marchita

De un cuento de espantos.

 

 

La noche pasaba con lunas y estrellas

Brillantes y opacas nacieron centellas

La niña y el gato miraban un rato

Cuando el silencio etéreo se les hizo ingrato.

 

 

Princesa infinita de rostro de día

Lechuzas opacas, sus alas blandían

Luceros perfectos en hojas dormían

Corazón roto de niña fantasía

 

 

De su corazón destrozado

Brotaron galaxias

Sus palabras tiernas se volvieron falacias

Pasaba las horas del triste llamado

La noche y su amado se hundieron en llanto

 

 

Orión despertó al cruento final

La luna y estrellas opacas ya están

Princesa rota, de mirada abismal

Maldice el silencio, truenos caerán

Y el silencio eterno

Se hizo mortal.

 

 

 

 

 

 

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