Manifiesto por la PAZ
Nosotros, los seres humanos de la actualidad, anhelamos un mundo en paz. A esta altura de la Humanidad, existen muchos conflictos bélicos, con cada vez más armamento destructivo de altísima tecnología. Unos pocos, interesados en promover y sostener guerras, aparentemente pueden más que los miles de millones de personas que anhelamos la paz. Se derrochan recursos en la destrucción y la muerte que podrían ser utilizados para el bienestar de los más necesitados y para el bien común. Se nos enfrenta, se genera enemistad, se nos divide, se lleva a los pueblos a ser carne de cañón, se empobrece a la Humanidad, material y moralmente.
Por lo tanto, nos comprometemos a trabajar por la Paz, individual y colectivamente, física, anímica y espiritualmente, de la manera que cada uno pueda y considere apropiada.
Mahatma Gandhi nos legó un profundo mensaje: "Seamos nosotros el cambio que deseamos ver en el mundo”. El camino hacia la Paz del mundo comienza con los esfuerzos que hagamos cada uno de nosotros para superar nuestras propias violencias y para pacificar las relaciones con nuestros seres cercanos, con todos aquellos con los que interactuemos y con el medio ambiente. Por lo tanto, yo me comprometo a aportar mi esfuerzo en uno, varios o todos los siguientes aspectos, de acuerdo a mis posibilidades:
· actuar a favor de la paz en la infinidad de situaciones cotidianas que se me presentan. Por ejemplo: cuando algo me inquieta y me altera, cuando quiero quejarme, cuando estoy por perder la paciencia, cuando me enojo con alguien, cuando las cosas no se presentan como espero.
· crear y sostener una fuerza anímica de amor, de empatía, de comprensión y de aceptación de las diferencias.
· ampliar mi consciencia para abarcar el conocimiento de lo que sucede en el mundo.
· ampliar mi consciencia para percibir las consecuencias de mis actos en los demás seres humanos y en el medio ambiente.
· ser un consumidor responsable, coherente con mi estado de consciencia.
· practicar e intentar convertir en hábito el pedir permiso, el perdonar, el pedir perdón y el agradecer.
· fomentar la escucha activa y el diálogo en mis ambientes cotidianos.
· unirme a grupos locales y/o internacionales que trabajen por la paz.
· difundir este manifiesto entre: mis conocidos; mis redes sociales; medios de comunicación masiva; grupos de pertenencia religiosa, espiritual o cultural; legisladores y autoridades locales; y organismos internacionales.
Algunos de nosotros podríamos sentir que, frente a la magnitud de las dificultades que afronta el mundo, nuestra contribución es insignificante. Sin embargo, nuestra intención y nuestro esfuerzo individual se multiplican a través de nuestra unión con otros seres humanos. ¡Confiemos en ese poder nuestro, que se basa en nuestras fuerzas internas más nobles, y así generaremos Esperanza! El futuro se construye a partir del momento presente. Seamos una fuente de esperanza. Confiemos en la evolución de nuestra conciencia.
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