martes, 20 de julio de 2010

Josefina Fidalgo-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2010


Penetra   en  la espesura de los bosques
              Inventa   fases  nuevas de lunas  titilantes
                      Sospecha   lentos  rodeos  de    perfumes.

Desatinada,    busca su rostro,
               Espera,    como delirante  marioneta
                      que  acallen  los   rumores de la noche

La llovizna     ligera  de destinos
                pulsión    de anticipada  muerte,
bautiza    su  insomnio  y  su cansancio
                desafiando    los tonos de la angustia.

En  zancos de junco      se sostiene
               aferrada    a un cordel de tregua
en  la  pesadumbre   acorazada       
                roza   una  letanía   de sordas parábolas.

El constante rigor de la llovizna
                en la ausencia de una noche anónima
hace  cauce     en  su azaroso cuerpo

                 Despojado,        en su sueño  infértil.



                                                          Aquél día


Nunca  podrá olvidar esa medianoche fría y pastosa.  Recuerda que lo encontró sentado en el césped, recostado en el árbol, con las manos detrás de la nuca, mirando el río,  quizás sin verlo, con la vista perdida.

Se sobresaltó con su presencia.  Se acercó, se sentó a su lado. Le preguntó cuanto tiempo hacía que estaba allí. 
Desde el día anterior que había desaparecido sin decir palabra.   Parecía que tiritaba con sus preguntas. No la miraba, no respondía, estaba absorto mirando  el agua  que se abría revuelta, indefensa,  formando surcos, al  paso de las lanchas cargadas de pasajeros.

Hasta que metió la mano en el bolsillo del  pantalón y le entregó el sobre con los resultados tan temidos del análisis.
De sus ojos se deslizaban lentas lágrimas, que se mezclaban en ambos rostros, compartiendo un abrazo interminable.
Desde aquél día, a pesar de los años, siente  ese sabor amargo a madrugada.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

José:

que bella y fuerte tu poesía, solo penetrando "en la espesura de los bosques" es como salimos más enteras y creativas, no hay otra manera.

esther

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Josefina: dos entregas con un gran bagaje cada una. La poesía trae sentimientos de ausencias en un contexto de pesadumbre interior. La narración de "Aquél día! deja un sabor amargo por su realidad. Cada uno de nosotros podemos tener "ése día" a la vuelta de la esquina. Te abraza,

silvialoustau dijo...

Josefina, excelente y de gran densidad poetica tu obra.
Un abrazo,

Silvia Loustau

Anónimo dijo...

Josefina,recordaras cuales eran mis comentarios hechos ya, años pasados.
Creo que en el presente no lo debes de dudar: ¡Eres una muy buena poetisa! A seguir y un cariño muy afectuoso de Trinidad Aparicio.

Anónimo dijo...

Josefina, toda vos sos poesía.
¡EXCELENTE!
Etelvina

Anónimo dijo...

saludo a una poeta.
saludo a una mujer.
salud.
nelida beatriz hualde

Anónimo dijo...

JOSE
CADA DÍA ,EN CADA HOJA ME SORPRENDE TU CRECIMIENTO
ESTOY ORGULLOSA POR VOS ,ADELANTE CON TU PASIÓN

Beatriz Pozzi dijo...

Josefina,admirable tu posibilidad para expresar a través de la metáfora la magia de lo fantástico.Como siempre un deleite leerte. Beatríz Pozzi