CLAUDICACIÓN
Me han arrojado adentro de este otoño
sin que yo permitiera
esta insolencia.
Desde octubre fue todo primavera
Y me niego a aceptar
esta afrenta amarilla de los fresnos
y este absurdo crepúsculo que ensaya
una nueva manera
de parecerse al sol.
Me niego a este despojo.
Les digo mi protesta.
En cada hoja que cae
me están robando un mundo
que me perteneció.
Repudio esta torpeza .
Ya no existen ni ráfagas de espigas.
Exijo que devuelvan el calor.
Celeridad del viento en la zona de fuga
donde la primavera se hace añicos
sin Dios.
Se desnudan los álamos callados
y la plata resbala por las ramas
que el frío amordazó.
No soporto asistir imperturbable
al pasivo estertor de cada flor
a la mutilación dorada de las hojas
a esta claudicación.
Me debato entre soplos de llovizna
tratando de frenar esta hojarasca.
Me agobia esta amenaza de letargo
de espera para nada.
Salvo que sea
hasta otro nuevo octubre de las rosas
que cicatrice el verde los tilos
en que el hechizo de la primavera
conjurando los velos del misterio
se atreva
a derrotar las sombras
4 comentarios:
Excelente Alida como todo lo que escribes-Es un placer leerte-beatriz
Álida, buen planteo en el poema. Felicitaciones, un abrazo
me encanto, fue un placer leerlo Narciso
LLegó la primavera y quizás su hechizo se atreva a derrotar las sombras...Belleza de poema como lo es toda tu obra.
Un abrazo
Maria Cristina FErvier
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