lunes, 16 de diciembre de 2013

Osvaldo Tassara López-Chile/Diciembre de 2013




PEDRO DE VALDIVIA.

            Manuel estudiaba en el colegio de “Los Sagrados Corazones” de Viña del Mar. Era un alumno destacado por su buen rendimiento, en su curso y en todo el colegio.
            Le gustaba mucho leer, en especial sobre la conquista española en América Latina. Su libro preferido era “La Fundación de Santiago y Pedro de Valdivia”.
            Una noche en que estaba con su libro favorito en las manos, leyó hasta que le dio sueño y colocó el libro sobre el velador. Pasados algunos minutos, misteriosa y mágicamente, el libro se empezó a mover y luego a temblar muy fuerte, sin que Manuel lo manipulara. Al sentir esto, se sobresaltó y sintió miedo. De pronto, un retrato de la página en que quedó abierto, se materializó del papel al mundo de los humanos. Al ver lo que sucedía se sintió aterrorizado.
Apareció una persona que por sus características, correspondía a un personaje del tiempo de la conquista española. Usaba una camisa que le cubría con vuelos hasta el cuello y una armadura protegiéndole parte del cuerpo. Al costado le colgaba una espada y sobre sus labios un bigote curvo, terminando en puntas a ambos lados. Este personaje también se veía impactado, no comprendía la realidad en que se encontraba. Cuanto le rodeaba era desconocido: la lámpara, el computador, el televisor, el velador.
            Al verlo, Manuel recordó el retrato del personaje que aparecía en el libro: ¡Pedro de Valdivia! ¡No podía creer que aquella celebridad fuera real! Pensó que estaba ante un fantasma.     
             Para asegurarse de que estaba ante él, lo pellizcó. Don Pedro de Valdivia se sintió amenazado, sacó su espada y la clavó en el cuerpo de Manuel. El muchacho herido, se empezó a desangrar y, como no había nadie para asistirlo, presintió que se moría. Entonces, el español comprendió que estaba seguro y amparado, su vida ya no corría peligro y, por arte de magia, se refugió de nuevo en el libro, mientras Manuel agonizaba.
De pronto, un ruido en la calle, hizo que el muchacho despertara sobresaltado. (Eco Taller)

1 comentario:

Jorge Sombra dijo...


Quiero saber qué pasó con el muchacho, ¿Murió al final?