domingo, 15 de diciembre de 2013

Trinidad Aparicio-España/Diciembre de 2013


Vida activa
Nací el día 08 de enero de 1928.
Mi nombre es  Trinidad pero todos me dicen Trini; salvo una persona amiga que cariñosamente me dice “Duquesa.”
            Tenía yo, ocho años,  edad suficiente para recordar  cuando  el nefasto año 1936, nos trajo la guerra civil española,
Recuerdo que en el año 1937, huyendo de los bombardeos que ya sufría Barcelona, nos refugiamos en Chella, pueblo de la provincia de Valencia, cuna de mis padres y abuelos. Por suerte allí, no pasamos hambre ni tuvimos que correr a los refugios. Incluso arriesgo a decir que los niños libres de asistir al “cole” por falta de maestro, éramos felices correteando por los olivares y cruzando el río Sellen saltando de piedra en piedra. La guerra la sufrían nuestros mayores.

Pasó el tiempo y llegó la cartilla de racionamiento. Con la escasez de alimentos nació el estraperlo. Tampoco fue ese un tiempo fácil de vivir. Se decía de la Argentina que  era un país de vacas “gordas.” Quemamos las naves  y a bordo del transatlántico Augustos, a probar suerte hacia allí nos dirigimos. Pronto comprendimos lo cierto que es aquello que dice: “No todo lo que reluce es oro.” Pero permanecimos allí durante 45 años. Tan mal no nos fue.
 Me gusta escribir. Creo que escribir es un muy buen ejercicio para mantener la mente activa.
 En Buenos Aires, participé en la revista digital Literarte. Me di cuenta de que, sin excepción todos los relatos que escribía  eran   un canto de añoranza a mis años pasados en Chella. Recordé a Carlos Gardel y me dio por pensar: “¿No tendrá mi alma algo de gorrión sentimental? Cierto día, descubrí con asombro que entre los comentarios hechos a mi relato “Macondo vs Chella”  se encontraba el comentario de un señor desconocido. Decía ser historiador y filólogo valenciano nacido en Chella, solicitaba mi permiso para publicar el relato en la página web de su pueblo; insinuando  o más bien alentándome a seguir mandándole más relatos de ese género.
 Accedí, y desde entonces participo también escribiendo recuerdos  y anécdotas   en la página web de Chella
Soy emigrante e inmigrante; el día 12 de abril de 2.002 crucé  “volando” el Océano Atlántico. Dejé con algo de añoranza   “mis viejas naves” en Buenos Aires.
 Amo mi ciudad, cumplo con toda disposición Municipal que está a mi alcance. Me siento orgullosa cuándo escucho decir que Barcelona es una de las ciudades más bellas de Europa.
No practico deportes ni voy  al gimnasio. Las tareas del hogar y el ir de mercado a supermercado me  mantienen activa. Los magros ingresos, no dan para cines ni restaurantes; menos para vacaciones fuera de mi ciudad. Hay que hacer malabares para  llegar a fin de mes. La lectura, y el ordenador son ahora mi pasatiempo preferido. Atrás quedaron los lejanos tiempos de sardanas y pasodobles; si a 2.013 le restas 1928 el resultado dará 85. Tan sólo una cifra, pero… 85 años, significa haber vivido un largo sueño.   Trinidad.        18/10/2.013. Barcelona.

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3 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Querida Trinidad, amiga del alma:
qué alegría saber que estás entre los amigos que editaron en este mes. Si bien nos comunicamos personalmente, es un placer leerte, como siempre.
Qué bueno que esa Trini nos dejara, una vez más, sus palabras.
Te mando un enorme abrazo y todo mi cariño,

Anónimo dijo...


El relato que publicas en esta entrega ya lo he leído en tu libro. Como en aquel momento me emocionó. Me complace encontrarte en Literarte. Yo estoy un poco alejada de la literatura por cuestiones de "lumbo ciática espinal". traducido en cristiano, la columna toca el nervio ciático y veo todas las estrellas. felicitaciones. Besos. Nina.

Anónimo dijo...

Trini !!!!!! que alegria que me da que has vuelto a integrarte a Literarte, me encantó volver a leer
este relato tan hermoso, como todas las historias que nos cuentas con tanta calidez.

Trini mi deseo es que sigas delitándonos con tus relatos.
Un abrazo Muchos cariños Jóse