martes, 21 de abril de 2015

Abel Espil-Argentina/Abril de 2015



 LA DEL PISO 4 DPTP 15

Ella pensaba morir como lo había soñado esa noche : sola , sentada en el cómodo sillón de mimbre, con los compañeros a su lado.  La gata Marylin( gris con manchas blancas ) , el gato Timoteo (  negro , de mucho pelaje), la pava aún tibia y el mate . El edificio en que vivía,  era una propiedad sencilla, sin mantenimiento, habitada en la mayoría por gente mayor . 
No eran muchas las familias que lo ocupaban. Los jóvenes se fueron, aduciendo que era vivir lejos de sus trabajos y del centro. El mismo, se hallaba en el pasaje Zurich, cercano a la cárcel de Contraventores de Villa Devoto.
Daniel, el encargado , todas las mañanas le acercaba a Doña Margarita el diario La Nación, después de haberlo leído el señor de la librería, que tiene su vivienda y local en ese lugar.
Ella vivió períodos cortos de su vida muy felices. Su marido Oscar, trabajó en la Orquesta de Anibal Troilo (Pichuco) siendo el segundo bandoneón. Durante treinta y dos años , él recorrió varias veces el mundo .En algunos casos-- como ir al Japón--lo realizó también con la orquesta de Carlos Di Sarli.
Él viajaba tranquilo, porque sabía que Clarita y Rafaelito, estaban en las mejores manos del mundo : las de una madre.
Pero no siempre fué así  :
Clarita creció, se recibió de enfermera y decidió ir al Bolsón ,porque amaba todo lo que sea las artesanías.
 Rafael, aprendió el oficio de mecánico.Vivió con su madre hasta que conoció a la joven y agraciada viuda del flaco Montelva, que en Bermudez y Avda. Beiró tenía una ferretería. La muchacha conocía el trabajo porque al flaco lo había acompañado, hasta 
que le apareció cáncer en los huesos y en tres meses falleció.
Rafael además de cliente, se había hecho amigo de esa joven pareja. Al tiempo , ella le comentó que  no podía continuar  con el negocio y como ya estaban saliendo, le propuso a Rafael  ir juntos a  Rosario. Varios amigos , en el café de Los Hermanos García , le habían transmitido que a Rosario le estaban faltando mecánicos y más ahora en que el Parque Automotor, estaba en gran crecimiento. La cosecha de la soja venía fuerte y los gringos andaban con plata.
Así fue como se incremento la soledad de Doña Margarita. El piso de la cocina lo lavaba no una sino dos veces . Enceraba el piso del  comedor tres veces por semana. Limpiaba sobre limpio. 
En los cortos períodos en que Oscar se quedaba en Bs. As, notaba el decaimiento de su mujer. 
Oscar quería a su esposa, pero el fuelle era su amante y con él la pasaba mejor.Todos se iban en la vida de Doña Margarita. Todos tenían su propia vida.
Charlando una mañana-- mate por medio-- con la nueva vecina del tercer piso, aceptó el ir juntas a las maquinitas de Palermo.Habían quedado para el viernes a la tardecita. 
Unos días anteriores comienza a pensar en el vestido que se pondría. Ahí se percató, que no tenía ropa nueva , ni actualizada. En Flores se compró un hermoso y discreto vestido. Al mirarse en el vestidor del local,se percató de que sus piernas conservaban las formas. Lo primero que hizo al llegar a su casa, fue agrandar el ancho del dobladillo.
En la mañana del viernes , se dio un baño de inmersión, como lo hacía mucho años atrás cuando estaba recién casada con Oscar.
La vecina nueva, le tocó el timbre y al abrirle  no pudo evitar la cara de asombro de su amiga. Ella sentía un renacer en su vida rutinaria .
No fueron una, ni dos, ni tres, varias eran las veces que iban en la semana. Inclusive , llegaron a ir muchos meses. Doña Margarita, estaba contenta . Una noche pudo disfrutar el ver y escuchar , el sonar de caer monedas , monedas y monedas. La vecina nueva , estaba feliz y no dejaba de abrazarla y darle besos por la suerte que había tenido.
El cambio definitivo de Margarita es cuando conoció a Pedro. Todo un caballero. Estaban por tomar la misma máquina cuando casi se chocan. Ambos se rieron . Pedro,  se queda a su lado viéndola jugar. Justo es el día de la cascada de monedas.
Estaban los tres muy contentos. 
Pedro manifiesta un signo de evidente caballerosidad,  invitándolas a cenar en CLO a CLO. Esa noche Margarita cerró los ojos en su cama y se durmió con una sonrisa. Estaban tan olvidadas en su rostro. 
Oscar a los cinco meses de este hecho, llega a su casa y además de la sorpresa de llamarla a Margarita y de no obtener respuesta, encuentra en el medio de la mesa del comedor , apoyada sobre un florero sin flores, dos cortas esquelas :
" Oscarcito, me voy a vivir a Zaragoza, invitada por mi nueva pareja llamado Pedro. Cuídate de las noches frías . Un beso . Margarita."
Del otro lado del jarrón , descubre otra esquela. 
" Al poco tiempo de irte --- la última vez--- me puse a pensar en mi muerte. Me pareció atroz. Un hada buena me salvó.¡ Ah! no te olvides de Timoteo  y de  Marylin ! 

15 de Agosto de 2014
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo, el hilo conductor de tu relato nos lleva despacio pero firmemente hasta un final muy logrado. Felicitaciones y beso Alicia.

Laura Beatriz Chiesa dijo...

ABEL,UN RELATO EXCELENTEMENTE LOGRADO, AMIGO. FELICITACIONES.ABRAZO.