Poesía
Los dioses
necesitaron una forma distinta de decir, por ello no ejercieron la palabra
directa sino a través de lo indirecto, mimetizado muchas veces con la
naturaleza o en el interior profundo de los hombres, como también fue indirecto
el modo de escucharlos, pues no todos los hombres tenían conexión con lo divino
solo muy pocos de ellos, como fue el
saber de la palabra que comunicaba, la llamada sabiduría, un tesoro no
abierto hacia todos. La plegaria participó de esa vía esencial para comunicarse
con ellos, como también lo fue el adivinar los designios en el vuelo de las
aves y el hurgar en sus propias entrañas, pero
al mixturarse el decir divino con el decir humano, nació un nuevo decir "el que
daba luz" y se le llamo poesía, y el germen en la tierra de nuestra
civilización Occidental comenzó ahí.
La poesía nació como
un decir sabio, porque verso acerca de
lo divino y del hondo misterio de los cielos, espejo la interioridad humana
bajo el sacudón de Eros e intuyo la profundidad del cosmos junto al misterio de
la noche y del silencio que habla, fue un significado abierto a rapsodas y
poetas, si, la poesía sólo advino como palabra cuando necesitó expresar aquel
reflejo de lo abisal intuido como mundo.
Tal preceder ilustre
e insondable posiciono al decir poético como un decir extraordinario porque era
presencia distinta a lo ordinario del mundo y
fundamento de un no decir también
ordinario, su sensible presencia era infinitamente más profundo que todo mero
recrear literario, pues la poesía era expresión profunda de la sabiduría oscura
de los hombres de aquel tiempo.
Con el plasmar
poético asistamos a un captar misterioso del mundo junto al emerger del poeta,
una extraña correlación bajo los embates sensibles vinculados a su ceremonioso
decir.
Al estar precedido
por los divino del cielo, el poeta, vivió arrobado en permanente develar en su
desgranar celeste y hacer su voz para los oídos terrenos, como fue la presencia
del divino Eros entre mujeres y hombres, fuente del decir distinto del desvelo
no ordinario.
Que nos lleva al
momento de generar la pregunta, ¿qué función le cabe al poeta, que es lo que
puede poetizar en un lugar donde lo desacralizado manda, el negocio, la renta y
las utilidades ordenan?, este poeta ya no represente aquella conexión con
su honorable preceder, y sea justificado tal desde el marco literario de un
proceso cultural y racionalizado como tal o instancias de un amargo devaluar a
la poesía misma, porque será él como poeta quien haga poesía, según desde la
grafía cultural y bajo el género determinado en rima, prosa etc.
El signo epocal del
devaluar asestó un golpe demoledor a la condición trascendente del discurrir
poético, ya no es mediación entre el misterio y lo creado, de ser expresión
oral de aquella sabiduría arcaica pasó a ser expresión escrita, la poesía no se
apropio de la palabra sino que fue apropiada por la letra, por el estilo, por
el género, ya no será más vivencia de lo críptico sino mero instrumento de la
intervención del poeta, será la mirada de ese tercero que vive las migajas de
ese vínculo roto con lo trascendente, así,
esta poesía solo quede más cerca del negocio literario o del vano e
insignificante decir.
Desde la técnica
literaria se postula el canon de determinar el rango del crear poético, la
paradoja implique que si bien por la
técnica se puedan generar versos y por ende a poetas, jamás podrá determinar lo
que es poesía, las raíces del presente mundo han prescindido de la realidad a
la que aludía su antigua presencia y hoy, sólo yacer en textos, anaqueles,
bibliotecas y en los apellidos de los poetas líricos, racionales, seculares.
La poesía perdió esa
dulce vigencia de ser realidad independiente a todo poeta, perdió su honorable
lazo entre dioses y saber, lo epocal posicionó al poeta como fuente de un nuevo
poetizar, así, el ámbito subjetivo es el nuevo espacio del ejercer poético,
según el limitado radio del discurrir romántico, moderno, natural o
postmoderno, lejos de sus raíces metafísicas y divinas, el poeta, ya no
comulgue con tales categorías al vivir sujeto a otras muy distintas.
Recuperar aquella
poesía del develar acerca de lo abisal habitando el mundo, signifique retorno y
vuelco hacia aquella perdida dimensión, a recuperar lo divino como metáfora al
ascenso humano, y retorno a los secretos posicionados en el existir, a crear la
sospecha del mundo como enigma y poetizar, implique volver a lo no sondable,
lejos de las bibliotecas y presente en la palabra que devela, desoculta, como “cuando
cae la noche y descubres que ella, no sólo es oscuridad”…….en el antes y
después de amarte.
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