Pasos en la penumbra
Cuando el día le abre la puerta
al crepúsculo,
las luces de los cocuyos vienen a encender
uno a uno los faroles de la calle.
Mi silueta se extiende ,
cuan larga la calle,cuan corto el compás
del tiempo.
¿Cómo inventamos la aurora?
Si la luna llora su mengua
Tras la silueta del árbol.
Si me ahogo en el silencio de un sofá
dónde ronronea un gato.
Si las hojas de los árboles dilatan
más su caída a ver si le salen
alas , para no llegar al suelo.
Si no consigo cobijo en este
invierno que empapa,
rogándole a un Dios del cielo
una estación que me caldee
los huesos.
No, no es mi presunción descifrar
el laberinto extraño que encierra
la vida,
solo desentrañar los límites
de transcender entre pasos
a tientas en la penumbra
o en el resplandor .
Ser ancla en mar profundo,
gaviota planeando vuelo
en la libertad de la bruma.
O tan solo la hoja convertida
en humus para cubrir la oruga.
El gato me despierta del silencio.
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