Abreboca de un festín
La luna se asoma
como abreboca de un festín,
sin la algarabía de las burbujas
en copas de vino añejo.
Una maraña de manos
se toman , se aprietan
se engarzan en un rictus
que en una exhalación
agoniza entre sábanas.
Habitante en ciernes
de maderos de tu Puerto,
me vuelvo caracola,
callada, sumisa
y en el interior se agitan
furiosas las olas....
No se esconden los enojos
bajo mi falda de arena,
si tiemblan los mirtos
flotando en la marea.
Besa mi orilla,
desnuda mis manglares,
apropiate de mis raíces
descubre mi alborada.
Te descalzas a echar
a volar las garzas
en el acantilado.
Una parte de mi quedó
encendida,
una parte de ti,
Se alejo a bajar el velo
del crepúsculo.
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