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El túnel de la vida
¡Cuántos cambios en la vida!
y diferentes caminos,
unos visten de poesía,
otros se vuelven espinos,
aprender de la alegría,
y disfrutarla con bríos,
despertando cada día,
que dolor se vuelva olvido,
esperanzas y caricias,
aplaudan nuestro destino.
Volar alto entre la brisa,
sin jamás pedir permiso,
abrazar cada sonrisa,
incansable peregrino
bien abiertas las pupilas,
como asombrados niños,
bajo la luna nodriza,
y el sol imborrable amigo;
dulce néctar de la vida,
jamás se nos vuelva esquivo,
como una intensa ambrosía,
de sabores coloridos,
y así trascender las ruinas,
sin nunca caer vencidos,
pues eso indica la vida,
aunque muertos, seguir vivos.
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