lunes, 21 de noviembre de 2011

Sonia Figueras-Buenos Aires, Argentina/Noviembre de 2011

         PACTO                


¿Por qué no vuelve
 a tus ojos profundos y agrandados
 el fulgor 
del arrebato del amor y 
a  la hilera de tus dientes
no retornas las alegrías de tus labios?
¡Si de tu cuerpo emanara de nuevo
el halo del ave en plena caza
                            sabiduría que ondula,
 ritmo frenético
nacido en tus entrañas!
                          Ah
                           Si volvieras a ser la diosa del Olimpo
 retornaras a ser feliz,
 mujer,
                            dejaras atrás la voz monótona                            
                            abandonaras
                           ese decir entristecido,
                           mis brazos te cobijarían
                           aunque no te permitieras
pactar con la felicidad.
                           Te aguardo.      

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Admiro tu multiplicidad, tus escritos sensibles que nunca olvidan la condición humana. Un abrazo, querida amiga,
Andrés

trinidad dijo...

Hola Sonia, agradezco muy sinceramente tu comentario para "nuestra" Emma. Tu expresión de "noia" al referirte a mi, me trasladó a tiempos remotos. Hoy cuando en los primeros días de enero me esperan los 84 soy una anciana pero que todavía se atrve a bailar sardanas. Felicitaciones por tu "Pacto" Encierra un amor esquivo. Trinidad.

Graciela María dijo...

¿Será el instante del amor, la esperada felicidad, amiga? Será finalmente el hombre o la mujer, quienes conciliarán la vida con la persona. No sé.
Felicitaciones

Anónimo dijo...

¿Y es que acaso se puede volver a amar?
Es muy bello. Y triste, como casi todo lo bello
Florencia Tropeano

Sonia Cautiva dijo...

Trinidad, Graciela María, Andrés...
Gracias por dejar un comentario a estos versos que escribí sí, pensando que se puede volver a amar aunque no sea éste mi caso. No sé si la edad, los años de amor intensos con el mismo hombre... quizás otro momento...otro espacio...una locura. Pero el amor está presente en cada gesto de un hombre a una mujer o viceversa. Volver a amar debe ser algo maravilloso y mágico. ¿Acaso no es magia el amor? Mil gracias. Sonia