lunes, 21 de diciembre de 2015

Alicia Scordomaglia-Argentina/Diciembre de 2015



NADA DEL OTRO MUNDO

En cuanto asomó el sol, dejó de ser visible, y así pudo entremezclarse con las gentes de ese paraje, sin ser advertido…
¡Qué extraño lugar!- pensó-. ¡Y esas ropas extravagantes!… Sobre todo la de las doncellas. Cortas  faldas. Estrechas blusas de vaporosos encajes, que dejan translucir su anatomía…
¡Y qué decir de los machos! Demasiada vestimenta!  ¿Cómo seducirían a sus parejas, con esa apariencia? 
 Los envidio. Ellos pueden caminar, saltar, correr… Hacer el amor…  Y yo, estoy preso en este cuerpo deforme…
El precio del destierro ha sido alto…


Solo…Vulnerable. Así se sentía, Teodorus, el centauro… En una época que no le correspondía…
Como un globo rojo deambulando sin rumbo cierto, entre el silencio de los árboles; jugando con el viento, en la serenidad de la tarde…Sobrevolando  una ciudad dormida; observando el  paseo nocturno de los perros de la calle, rejuntados en jauría, protegiéndose de posibles enemigos…
Intentando acomodarse a una situación, de por sí, incómoda…

-Seis lunas deberán  transcurrir, antes de tu transformación- sentenció  Zeus-. En ese instante, podrás acercarte a una mujer, y volverás a ser     humano….
No comprendí  sus palabras…  ¿Humano?.... ¿A qué se refería?
Sin embargo, cuando la vi, supe de qué se trataba,  e intenté adelantar los tiempos de mi destino…
No debí desafiar a los dioses tratando de conquistar el amor de Irina; pero cedí, empujado por el  deseo, por la pasión…
Y  aquí estoy, esperando que  la misericordia divina revierta mi circunstancia.
El cielo se nubló de pronto,  y me encontré rodeado… Me miraban con asombro…
-¿De dónde vienes?- preguntó un niño de cabellos rubios rizados-…
-De Atlantis- respondí- … De otra época; de otra dimensión…


Las risas irrumpieron entre los presentes… Los aplausos se multiplicaron…
-¡Buenísimo  Sergio! ¡Fiel al guión como siempre!
-Che,  y la rubia que iba a hacer de Irina, ¿cuándo viene?-pregunté-…

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