ACEPTARME
POETA
Compartir
este rojo renglón de mi noche,
el
más intenso de este lienzo beligerante
que
es el alma,
que
me atrape y me marque este pincel de olvido
incapaz
de sobrevivir
en la
indiferente palidez de los otros.
Repartir
alas de sal,
posar
mi corazón entre los astros,
vivir
la osadía irreverente del artista,
y que
las palabras agrieten el ocre
y
hagan surcos al aire,
que
manchen cada gota de lluvia
para
caminar contigo otra vez,
descalzos
sobre el absurdo gris
de
esta ciudad tan indolente.
Para
llamarme poeta
bajo
la piel de estos signos
que
aún se desangran vibrando,
en la
agridulce trampa
de
una inédita posibilidad.
Del
poemario Migración a la
Esperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario