TE BUSCABA
En el sol del jardín,
te buscaba con vehemencia
respirando ausencias contenidas.
En el patio con sombras
llena de contradicciones,
en pasos dibujados te buscaba.
En ofrendas de flores y fuegos
te buscaba impetuosa
convencida de tu presencia
escondida en algún rincón.
No reparé en esfuerzos.
Un día, abandonada comprendí
que los lugares permanecen
pero las personas pierden el hilo
y se elevan en el aire y en tiempo.
Se fueron las auroras, por fin comprendí.
Solo la memoria aprisiona la eternidad.
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