Pacem In Terris
Emerger para vivir en su arrope
abrazando la mansedumbre
de alas etéreas que pueblan cálices longevos
impregnados de verdor por la Pacha Mama.
De súbito el abismo me sorbió
por un cordel de blancura infinita
que incitaba a eternizarse en esa Divinidad…
Hija mía... Vuelve aquella dimensión…
Transitarás por inframundos
de cuevas umbrosas donde acecha el Diantre
con su aciaga oscuridad para corroer tu fulgor...
Pero ella será tu fortaleza hacia la unción.
Ya aquilataba mi placenta susurrando…
Me llamo PAZ, te entrego mi legado
para radiar la gracia de en mí anidar.
por ella me sumergí en estiércol
de puños envilecidos para asolar mi geografía.
Asistí a banquetes donde el soberano avieso
despeñaba viciada migaja para apalear
el inefable azote de la hambruna mundial,
mientras desnutridos piecitos exulcerados
besaban galochas de oro por largueza colosal.
Por ella sobreviví a costillas blasfemas
que picanean el trémulo prado de mi topografía,
mientras camino sobre las rodillas crucificadas
de los vulnerados por la flagelación…
Enlacémonos en un halo de plata
que mitigue el azote entre países conexos
que execran la humanidad.
Una plegaria izada por Pacem in Terris
que cese el quebranto
de Holocaustos y Genocidios posesos…
Simbolizados en los tutsi de Ruanda,
los gazaties de La Franja de Gaza
Inmolados en perversa belicosidad
que cosecha su niñez despojada,
desguarnecida, desmembrada.
Pronunciémonos por la paz
más fieles que a todo silenciamiento
de la voracidad de los ignominiosos
que huérfanos de la luz nunca vislumbrarán…
Sembremos una fraterna hermandad
que multiplique la plausible tarea
de PACIS NUNTIIS.
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