El Culpo
La tristeza enmaraña su alma, son muchas preguntas, la incertidumbre secuestra sus días. Piensa en la otra. Teme y siente culpa. El culpo la atrapa con sus tentáculos y la hace flaquear. Sus noches son eternas, el insomnio acecha, el pensamiento y el deseo se vuelven obsesión, lo quiere solo para ella. Pero él sigue jugando como un niño. Ella no entiende. Los treinta ya la han pasado y no quiere jugar más.
Los sentimientos se encuentran; el enamoramiento y la alegría se defienden de la desconfianza y la ansiedad. De aquella que parece haber enloquecido, que no entiende que el amor se termina, de una mente enferma, de la cual se ha hecho esclavo; ella, una carcelera cruel, atrapada por la locura; él, un hombre que siente miedo, al que la presión y un resto de cariño lo paralizan.
Lo intenta, pero la pasión la vence, como tantas otras veces, y las heridas duelen, tanto duelen que a veces siente ganas de que todo se apague, que el silencio la envuelva y acurrucarse como una flor que cierra sus pétalos, tibia y protegida hasta que el invierno venga y la arranque con vehemencia.
Otras noches quiere volar por cielos de libertad, junto al poeta, el que le robó una sonrisa entre lágrimas pintadas de grises oscuros. Sueña con él, se sueña junto a él y guarda cada palabra escrita como un tentador pedazo de chocolate. No quiere ser una musa inspiradora estúpida, solo necesita que la sienta, la acaricie con sus versos y sus manos tiernas. Que su voz le susurre como aquella mañana en el café y, como aquella vez, los labios se resistan a separarse, a dejarse por un largo tiempo, un tiempo que pronto será, pronto.
10 comentarios:
Tal como dice el texto:el dolor duele. Agregaria, que esta muy bien descripto el dolor de la espera, de lo imposible
Cordialmente
Silvia Loustau
Ingrid, es muy cierto que hay dolores que duelen más que otros. Los dolores que tienen consigo ilusiones, esperas, deseos no concretados, parecen que dolieran más. Muy buen relato, bien logrado, te abraza,
negra, no se puede creer la calentura que tenes, con mi novia nos cagamos de risa leyendo las pelotudeces que escribis, pero ahora qeu estoy solo, entre nos te confieso... AUNQUE ESTES TAN REGALADA NO TE TOCO NI CON PALO DE ESCOBA, SOS UN ESCRACHO!!! je,je,je...segui haciendote la pajita boluda!
No sé quién se puede ensañar de esta forma con alguien, quisiera que el comentario anterior sea borrado, ya que es muy feo, realmente duele...
Publicar un comentario