domingo, 22 de enero de 2017

Ignacio Castellanos-Asturias, España/Enero de 2017



Despedida



Suenan las flautas y los jóvenes bailan,
muchos partirán mañana al Peloponeso.

Tu rostro miro una vez más
Mientras tus blancas manos
Llenan mi dorada copa.

Por un instante mi mente bulle
Con violentas imágenes
Rebosantes de corazas doradas
Y capas escarlatas.

me sereno
 y Me hundo en tu mirada
Ojos negros que me invitan
Sugieren una dulce despedida.

No dudamos un instante
Nuestros labios rebosantes de vino dulce
Mi cuerpo moreno y curtido por el sol
Tu piel suave y brillante cuál ofrenda intocable
Los Dioses fueron testigos de nuestra dicha
Nada más importó salvo el dulce aroma de tu piel.

Duro fue decirte adiós
Todo cuestioné por una noche a tu lado
Dioses y hombres asesinos de nuestra historia.

Madera y bronce son mi vida ahora
Busco tu rostro entre la multitud
Ancianos, niños y enfermos
Nada que endulce mi partida.


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