lunes, 20 de julio de 2020

Rebeca Navarro Frías-México/Julio de 2020

Ciento y algo días
"A J.D.S.R., T.A.M., Y.M.D.;
a todos aquellos a quienes el COVID-19 afectó y a sus familiares;
a quienes quedaron confinados tras pantallas;
y, a lo que nos quitó la contingencia [y el PEER],
más que lo que nos pudo dar"

Yo
Me siento, me encuentro, estoy sola en esta cuarentena, obligada a estar estática, varada. No siento avance, no siento progreso. La inmovilidad de mi vida me tienta en veces al retroceso. He roto en llanto innumerables ocasiones; un llanto desenfrenado, desde mi garganta. Mi familia, enajenada; amistades, encuarentenados; y quien mi corazón tienta, allá en la distancia. Aislada en una casa, socializando por pantallas, siento mi cordura perderse. El tiempo se pasa de largo, noches y días despierta, días y noches, la mirada perdida clavada en la pared. Tras tres meses de encierro, sola, el filo de las cuerdas de la guitarra se me antoja contra mi piel. Desvarío y las voces con las que he llenado el silencio confirman:
Ya no soy yo. Me he perdido.

Ellos

Están del otro lado de la pantalla. No se sienten reales, con sus voces digitales, sus miradas esquivas de la cámara, y ninguna esencia percibible, no hay contacto alguno. ¿Cómo suenan en persona? ¿Cómo miran? ¿Cómo huelen? ¿Quién es el popular? ¿Quién el aplicado, el aislado, el tímido? El análisis no se puede llevar a cabo cuando solo ves cabezas y cuadros negros, muteados. ¿El análisis? Perdón. La socialización.

Olvido
 
Olvidé esencias, timbres vocales. Olvidé el contacto humano. Olvidé cómo es estar entre personas. El barullo, el calor humano del transporte público. Ahora, silencio, confinamiento, “quédate en casa”. Olvidé el ladrido de mis canes. Olvidé cómo se siente un abrazo. Olvidé la sensación de un beso. Olvidé qué es vivir, olvidé qué es ser humano.

Ligue digital
 
Publicación. Reacción: me encanta. Notificación: mensaje destacado de WA. Grabando audio. Reproduciendo. Grabando. Enviando. Leído. Escribiendo. Sonrisa dibujada. Mi voz cantándole, él escuchando. Fotos, stickers, desvelos, risas, historias. Las ganas de vernos, un abrazo, un beso, pospuestos. En línea.

Tangible

 
¿Qué es? ¿Una pésima manipulación política, un experimento mal acontecido? ¿O la consecuencia de una especie sin límites ni respeto a la vida, ni la suya misma? ¿Un sueño, realidad alterna? Irreal. Teorías había muchas. Pero, espera. Los familiares positivos de quienes quiero demuestran y prueban lo contrario. Entre síntomas y signos, se volvió real. Entre tanques de oxígeno y pruebas de antígeno positivas, es tangible. Y solo esperas, esperas que no haya más malas noticias.

Inconsciencia
 
Los fallecimientos acontecidos nos recuerdan lo efímero de nuestras vidas. La insignificancia del ser humano ante un virus nanométrico. La impotencia está a flor de piel, y la inconsciencia, desfila por la ciudad. Toma forma en las calles. La inconsciencia son las bocas destapadas, gotículas salientes, aéreas. Aglomeraciones en las cajas de pago de un supermercado. Las tienditas que no cerraron nunca. Los tacos de la esquina, quien atiende sin medidas, sin precauciones. Fomites, fluidos.
Estamos jodidos.

1 comentario:

Geo dijo...

Se lee y se siente, con forme iba avanzando iba visualizando en mi cabeza todo aquello acontecido, las dudas y todas las interrogantes, la voz casi palpable del autor describiendo escenas casi visibles.