viernes, 21 de agosto de 2020

Diana Mesterman-Argentina/Agosto de 2020


Llamas cimbreantes

Se me vierte la ausencia
           en un reloj de arena tembloroso,
mañanas de agosto
                                 llueve.
Converso con tus palabras.
Descubro que al caer la tarde
               rozo tu nombre con mis letras.
Aleteo sonrisa si te pienso.
Pierdo una lágrima en la espera.
Inspiro agonía
            la huella que deja
                              latente el recuerdo.
Ojos de párpados labiales
flores silvestres en la pupila 
                                             invierno.
Risa y mano trémula,
       bocas llenas de llamas cimbreantes.
Poemas hago de mis manos frías.
Compañías para tu soledad querida.
Suelto besos en los vértices
                       de páginas en blanco.
Tarea que oprime la garganta
cosquilleo en el estómago,
      vértigo insaciable en la voz
                                               fuego.
Acaricio con manos de fugaz estela
                 el ansia del encuentro.
Ruedo el tiempo
      hacia  un tren de ida y vuelta,
andén del momento
           donde una mujer y un hombre
               se están mirando en silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DIANA ES BELLISIMO TU POEMA ME ENCANTA TE FELICITO QUE INSPIRACION BESOS JOSEFINA