Voy cegando mis Sueños
en la incandescente cosecha de la espera,
Y no hay ángelus que eleve mi tristeza
Hasta el profundo carmesí de tus ocasos.
Como un Rembrandt olvidado en sus azules,
Mis manos rompen ya
la perspectiva de los surcos
Entre el siena cautivo de tus rumbos
y la jornada peregrina de tus nubes.
Y no hay siembra, ni vendimia
en el desierto lagar de tu regreso
Solo un ciego atardecer que te reclama
Y esta hueca semilla del recuerdo
con su infertil historia de silencios.
Hoy la Tierra de mis sueños te ha buscado
Detrás de Los ocres ya fraguados
de tu ausencia;
Con oculta claridad en oleo inerte
Soy el lienzo atardecido de tus horas
Que adivina la razón de tus pinceles
En desnudo susurrar de luz y sombra.
Tu, el viajero de mi entrega, pernoctando
Entre noches de gitanos y sirenas
Pandereta y caracoles en tus besos,
Paradoja infiel
para la danza a media luz,
entre tus brazos.
Hay un coro de luces de cromática certeza
Y te amo entre los humos de mi hoguera
bajo luna incierta,
Aunque duelan sus grises en mis huellas
Y parezca inmolarse la memoria
Al quedarse junto a ti
En el ultimo rincón en blanco
De este anhelante lienzo
que aun te espera.
1 comentario:
Dios,yo también estoy en mis grises otoño esperando la figura en el lienzo, no en lo espiritual porque en el corazón hecho amor siempre lo he llevado."QUE HERMOSO POEMA A LOS QUE SIEMPRE ESPERAMOS"
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