sábado, 24 de noviembre de 2018

Isidoro Gómez Montenegro/Noviembre de 2018


Dios te salve mar

Mar… imponente desafío
las olas se besan y copulan.
Me acerco al secreto de la letra
con embate de mar la sangre olea.
Ojos de milagro azul plegaria,
azul de lontananza, ángel veloz y pálido.
Desasidos los cabellos al viento
vuelve la tarde…
se esconde en el mar empavesado,
bebe collar de ágatas y corales.
Joven cardumen de manjúas pasa.
Lacerantes dilaciones en los muelles
ruinas del crepúsculo alcanzan caricias de sed.
Figura trigueña, sudorosa,
senos sin sostén,
dorada piel cimbreante.
Crespo nácar ondula tu frente,
el viento ciñe su ajorca en tus muslos.
Peces fresquecinos agitan su agonía;
rumor nítido, plegaria a un dios.

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