Vienes y me
preguntas:
¿Qué edad tiene usted señora?
A la cual
con un una media sonrisa te respondo!
Tengo la
edad suficiente para balancearme
Entre lo
blanco y lo negro y disfrutar
de los
claroscuros de la vida.
La edad
de no rasgar más hojas del gastado
Calendario y
simplemente caminármelo
Descalza de
novia con la vida los 365 días del año.
La edad
donde los besos son menos frecuentes,
más se
disfrutan como el buen vino,
Saboreándolo
como susurro de agua clara
en el
vértice de mi boca,
en cada papila
de mi lengua.
Tiempo de
volvernos exigentes carceleros
Para quien
toque la puerta al entrar,
en silencio,
con profundo respeto si logras colarte
hasta mi interior al cerrar el postigo,
¡habítame e
irrespétame
entre
mis sabanas mudas de soledad!..
Es la edad
donde no existen las dudas
Para amar,
púes no buscas con afán el amor.
…Él te
encuentra recostada en la concavidad
De clara
luna menguante.
Edad donde
ya no eludes el espejo,
Desfilas
delante de él, pues se te ha vuelto amigo confidente.
Si, ese que
te imita con un guiño
Y si estas
triste con total desparpajo te dice:
“Anda
píntate los labios como guinda jugosa
esos rayos
luna colgados en tu frente
Como
mariposas, suéltalos al viento.
Despeina tu
cabello y has que los pichones
dormidos en
sus nidos batan con libertad sus alas ,
Y la tersura
de tu faz despliegue una sonrisa.”
Edad donde
la alborada se espera con un café bien cargado,
entre aromas
de bruma y montaña.
Y en cada
crepúsculo me voy despojando
de la
corteza que cubre mi tallo,
Hasta
quedarme desnuda de piel,
Y si en la
humedad de una llovizna primaveral, tus tibias manos me
recorren
hilvanando , enhebrando cada anillo,
cada año
como orfebre del tiempo en este cuerpo que aun represa
Vertientes
de tibia savia para ti.
Sin enigmas,
sin preguntas saciaran tu sed!
1 comentario:
Excelente poema.
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