EL PETISO DE LA "ACADEMIA"
Todas las personas somos distintas . En algunos casos llegan a existir similitudes en los hábitos . La pequeña historia la conocí relatada por Pedro. Él es uno de los seis o siete que se reúnen todas las tardes en el Café de García.
A los protagonistas los tenía vistos, y casi me animaría a decir que sabía de algunos sus costumbres . No porque sea muy observador, sino que eran ¡tan visibles! Por ejemplo, cuando llegaba el petiso Ramo, se paraba en el medio del bar, encendía un cigarrillo y exhalaba algunos redondeles de humo, luego se acercaba a la mesa donde se juega al ajedrez y miraba a cada uno de los jugadores esperando a ver qué fichan movían. Era inevitable que luego del hecho se diera vuelta , se sonriera y diera una nueva pitada con la exhalación de los anillos de color gris. Antes de acercarse a la mesa donde estaba su grupo , se sentaba solo en algunas de las sillas cercanas a los ventanales y pedía una ginebra chica . Los muchachos a todas estas actitudes del petiso ya no le daban bola. Según me contó Pedro, no los tenía ni cansados , ni nada, lo dejaban porque pensaban que si él era feliz así , a nadie molestaba.
Pero la verdad de la felicidad del petiso Ramo era otra. Después de tantos años (Pedro me lo relataba como no comprendiendo lo sucedido)un día y no hace mucho tiempo , saliendo del bar , llovía a raudales . Pedro era el único que iba con su coche porque era el que vivía más lejos . Les ofreció llevarlos y así fue como de a poco , dejaba a cada uno en su casa. La lluvia estaba acompañada de truenos y relámpagos, como diría la gente de campo: "esas claras tormentas de verano". El último que quedó para llevar era el petiso. Al llegar a su casa, le pidió casi como rogándole que bajara, que le iba a mostrar algo que él nunca había visto.
Me contaba Pedro que lo sorprendió tanto esta forma de hablarle , que lo llevó a decirle : bueno voy.
El departamento es chico, de un ambiente con la cocina incluída en el dormitorio.En todos los muebles había recortes chicos, medianos, grandes de distintos diarios. Algunos en blanco y negro y otros eran en colores. Arriba de la pequeña heladera, los recortes llegaban prolijamente colocados hasta el techo.
Pedro con cara de asombro me dice que todos los artículos eran referentes a Racing Club. El petiso buscó entre ellos, previo a decirle: "sentate en la cama, que te muestro en colores lo que sucedió el otro día"
"Aquí está, lo encontré . Mirá Pedro , le ganamos a San Lorenzo por 4 goles a cero"
"!No se puede creer petiso¡"
Me abrió la puerta y me dijo: "abajo esta el portero , él te abre , chau... mañana nos vemos en el café y...gracias."
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