MI FUENTE
INCESANTE
Iba caminando
con los mismos
pies que partieron un día
del vientre del
dolor,
pisando asfaltos y
sendas,
aguas y
horizontes;
y sin querer, mis
huellas escapadas
se hundían
hasta fundirse con
el magma
de la misma
tierra.
No sabía
que los pájaros
estaban tomando
para sus cantos
los vientos que
abandonaban mis piernas;
no sabía
que a través de mi
pelo
circulaban auroras
en flor;
que me ofrecían
cobijo
los dedos de las
águilas;
que mis iris eran
estrellas
en expansión.
No imaginaba a las
moscas
tomando mi aliento
prendido en las hojas
para envolver sus
tiernos huevos.
¿Qué tengo?
¿Qué me atraviesa;
de dónde viene esta dulce
maravilla?
Ahora lo veo,
en la claridad de
tu beso:
eres tú:
el que me envía
ese amor incesante,
desbordado, manador,
escapando de mi
piel,
de mi gesto y de
mi aura.
Es tu amor
ardiente
el que se derrama
por las laderas de mi alma,
el que escapa
a presión por mis
poros como géiser
entre las
conmovidas rocas de mi pecho.
1 comentario:
Hola Maité !!!! que hermoso poema,
que fuerte y profundo es.
Me encantó
Besoss Josefina
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