Araña en
la pared
Esa primera brisa
fría
que nos lame
a hurtadillas
la piel.
Ese primer
contacto
con la hoja
que se acaba de
recostar
en la vereda.
Ese regusto
a cosa
insatisfecha
que nos ataca
de improviso.
El color
anticipado
de la tarde.
El viento
que vomita
una sustancia
extraña.
El follaje
en su etapa
primitiva
de demolición.
Un sabor
agridulce
a algo que
concluye
de manera
inexorable.
El pájaro
que a destiempo
deja oir su
canto.
La lluvia
que cae
desperezándose.
La hora en lento
repliegue
y esa enmarañada
red
de pensamientos
hostiles
que dibuja un
gesto
cuando el otoño
se descuelga
como una araña
en la pared.
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