ABANDERADO CON GUANTES
Impaciencia de niño
perturba a la maestra
-qué pasa si no puedo
con los guantes que calzo
sostener la Bandera-
-no rezongues Aníbal
no es cuestión de poder
se puede si se quiere
se quiere
cuando sientes
que el corazón se ensancha-
hoy la Patria convoca
a mostrar nuestra insignia
dos veces cien contamos
hasta sentir el gozo
de proclamar al mundo
la libertas ansiada
no más doblar rodillas
no más sentirnos siervos
ni patrones de estancias
estrechemos las manos
resuenan mil clarines
redoblan los tambores
a la celeste y blanca
enarbolemos alto
que el grito se repita
de Mayo el 25
con guantes o sin guantes
en gargantas de niños
argentinos y libres
“Sean eternos los laureles
que supimos conseguir”
YO NIÑA Y MI PADRE
Tenía ojos pardos preguntones
manos rudas y largas
que acariciando eran seda
reconvenía sin agravios
con voz serena pausada
sin duda espejo de algunas tempestades
mis manos recorrían
la amplitud de su frente
la tímida melena
retrocedía con los años
recorríamos el campo
hasta hallar los caballos
montados yo en mi silla
jinete él en su zaino
galopamos caminos
hoy no recuerdo cuáles.
Poder – cuánto daría –
quemar el tiempo ido
para encender el fuego
e inaugurar la hora
de la niñez perdida
1 comentario:
Hermosos tus poemas Mary, cuanta ternura, cuánta fuerza, gratos recuerdos, siempre brillante tu poesía.
un fuerte abrazo Jóse
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