ÁNGELES CAÍDOS
La noche, pozo hambriento, boca llena
de inmortales mandíbulas de hierro.
La noche sabe a nácar, a destierro
de ángeles caídos. ¡Ay, la cena
infame de los cuervos! ¡La condena
de este vivir al borde del entierro!
Ser de la luz y estar en el encierro.
Amar la soledad, la nieve plena.
¿Por qué la sinrazón de un cielo abierto?
¿Por qué enmudece el alma en el incierto
y frío pedregal de eterna duda?
Sabemos lo que somos, un letargo,
la sangre santa y el delito amargo,
un ángel sordo con la piel desnuda.
Revista Literarte creada en Noviembre de 2001 para la difusión de todas las disciplinas del arte.Declarada de Interés Cultural por el Honorable Concejo Deliberante de Vicente López en Diciembre de 2002. DECLARADA DE INTERÉS CULTURAL POR LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA SEGÚN RESOLUCIÓN 1706/10, en Junio de 2010 Si querés publicar tu texto, música, pinturas, esculturas, danzas; enviá el material a: revistadigitalliterarte@gmail.com
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1 comentario:
Buenísimo tu soneto Miriam!!! me encantó.
besitosss Josefina
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