ENCUENTRO
Los ojos de
Livia
en la puerta
del Cabildo
se quedan en
los míos.
Son otoño,
son
palabras,
son
recuerdos.
Desde un
papel suelto,
los ojos de
Livia
despiertan
estrofas
de amor y
silencios
(su
compañero ha muerto).
Es sábado.
Y Livia me
lee,
pausada
nostalgia,
sus versos.
Recién
conocidas.
Minutos.
Diez metros.
Y Livia me
lee,
a mí, una
tarde,
el soneto.
Es amoroso.
Es muy
bello.
Cuatro
estrofas.
Sólo eso.
Catorce
versos.
Y el
silencio.
Todo, es
eso.
Nos
despedimos.
Un beso.
Son verdes.
Los ojos de
Livia son verdes.
El azar no
existe.
Y el tiempo,
es perfecto.
(en "Versos Vitales")
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