viernes, 23 de agosto de 2013

Nery Santos-Puerto Rico/Agosto de 2013


Vegetariano ¿Ser o no ser? He hay el dilema

Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que él de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.
                        Extracto de la Biblia , Daniel ,Capitulo 1 versículo 8



Un niño se me acerco en la sala de espera y con sus dos dinosaurios de plástico me hizo  afianzarme en  mi postura vegetariana.
-Mira este es el dinosaurio “malo” y violento pues es carnívoro y mata para comer. –dijo mostrándome al fiero Tyrannosaurus Rex en versión plástica, que no omitía sus colmillos afilados y actitud desafiante-.  Y este es “el bueno” que come solo plantas y vegetales y no ataca a nadie –agregó mostrándome un brachiosaurus.
Mi padre tuvo haciendas ganaderas por lo que me críe en un hogar donde la carne se servia a diario en la mesa. Sin embargo presencié en muchas oportunidades la agonía de las vacas a punto de ser sacrificadas y los métodos crueles que se usan para obtener su carne. Mi alimentación se fue apartando de todo tipo de carnes hasta que no consumí nunca más de cualquier animal que tuviese ojos, nariz o boca. El convertirme en  vegetariana le ha dado a mi vida un equilibrado sentido filosófico y moral. Por lo que considero que es un paso esencial en pos de una sociedad mejor.  Ser vegetariano representa mas que un estilo de comer, un cambio de postura ante la vida.
La crianza y matanza indiscriminada de animales para un consumo acelerado y obsesivo de parte del hombre amenaza nuestro ecosistema y pone en riesgo nuestra salud. Pudiera argumentarse que los sembradíos de vegetales y frutas también dañan y talan nuestros bosques sin embargo se han creado los sembradíos orgánicos hidropónicos verticales que respetan el ritmo natural de la tierra y pueden satisfacer el consumo humano.
Se encuentran diferentes argumentos que refutan el estilo de vida vegetariano.  Se dice que el hombre es Omnívoro por naturaleza, esto quiere decir que se ha adaptado evolutivamente a comer carne y vegetales. Dicho esto, apunto que no es necesario comer carne para tener una vida saludable, más aun puede ser perjudicial y desventajoso: Los animales procesados y enviados a mataderos industriales están  bombardeados de tóxicas hormonas de crecimiento y antibióticos entre otros químicos que sumados a la adrenalina que les produce el cruel proceso de matanza se acumula en nuestro organismo al consumirlos.
Las frutas, las semillas y los cereales no manipulados por el hombre artificialmente son capaces de mantener al hombre sano, lleno de vida y energía. Se han creado falsos valores hacia la proteína animal, haciéndonos creer que las proteínas de origen vegetal son de una calidad inferior. Esto ha sido desmentido en recientes investigaciones, las dietas de origen vegetal suministran  las cantidades recomendadas de todos los aminoácidos indispensables. La proteína de la soja es equivalente a la proteína animal.
 El debate entre las dos vertientes se acentúa con los que aseveramos que la estructura corporal y orgánica del humano no está concebida para comer carne y por ello se deriva un deterioro mental y físico. La controversia recrudece cuando se pregunta si la estructura intestinal del hombre es apta para procesar materias orgánicas animales. Hay corrientes que señalan que el intestino de los carnívoros es mucho mas corto, mientras que el del humano es largo, por lo que se tarda más en procesar las carnes; provocando que esta materia se pudra en el proceso, deteriorando la salud.  Continuando con la estructura física se afirma que el hombre tiene molares para moler los vegetales, el carnívoro en cambio tiene pocos molares y más caninos para desgarrar la carne. No tenemos garras, ni nos atrae la carne cruda y palpitante de los cadáveres. Es por esto que el humano lo transforma por la acción del fuego y los perfuma y condimenta con especies que oculten su naturaleza.

          Poseemos alto grado de capacidad intelectual y podemos decidir lo que comemos, más que por el instinto al que obedecen otras especies, debemos regirnos por la razón.
A manera de conclusión los dejo con las palabras de el escritor Ruso León Tolstoi:
"Un hombre puede vivir y estar sano sin matar animales para comer; por ello, si come carne, toma parte en quitarle la vida a un animal sólo para satisfacer su apetito. Y actuar así es inmoral"




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