sábado, 22 de junio de 2019

Nélida Vschebor-Argentina/Junio de 2019


EL MINUTERO


Tengo una tarea que cumplir, llenar la hoja con una idea, precisa, entendible, completa.
Difícil de lograr, ardua visión de lo que se espera. Son las catorce horas en punto. La hoja sigue vacía. Blanca y pura como al inicio.
Se pueden nombrar distintas flores, su perfume, su esencia. O admirar las estrellas que iluminan el espacio límpido, casto, dando brillo al espectro. O seguir el vuelo de mariposas que llenan el ámbito, con el batir de sus alas.  O escuchar el ruido del agua,  cuando golpea los bordes que lo rodean.
Son las catorce y diez minutos.  Las palabras evaden el orden imperante, fluctúan, se alejan.
¡Cuándo podré discernir  qué hacer!  Veleidosa mirada hacia la nada. ¡Pobre hoja!  Su blancor se derrama por doquier.
Son las catorce y veinte minutos. La inspiración decididamente, me abandonó.

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