La vida es bella
Javier estaba malhumorado, tenía una pequeña dolencia que persistía. Y no atinaba a solucionar varios problemas. Todo lo veía oscuro. No era vida.
Discutió con su familia, amigos, y todo aquel que lo quería escuchar. No encontraba solución para su problema. Hasta que un día, un día como cualquier otro, se encontraba mirándose al espejo.
Y entonces se dijo: “Pero estoy vivo, y eso es lo importante. Y ciertamente encontró alivio para lo que le pasaba. Pensó en resolver sus conflictos y ver todo bajo otra perspectiva. Estaba vivo y podía disfrutar de la vida. Porque la vida, la vida es bella.
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