UN MILAGRO QUE TE HAGA CAMBIAR.
El ocaso cae con incertidumbres y enigmas...
Con lamentos, recuerdos, nostalgias…
Los frutales ofrecen sus colores y sus aromas…
Los canteros sus flores multicolores…
Pero en mi alma hay una pena inmensa…
Que no logran hacerla olvidar ni flores ni aromas…
Ni árboles ni canteros…
El sol iluminó la tarde… Pero el viento frío no cesa…
Espero mejores tiempos… Mejores días…
Cálidos y dorados días…
Sin viento… Sin viento… Sin frío… Con flores y colores y aromas…
Y versos… Y Poemas floridos como primaveras que se acercan…
Versos… Colores… Dulces aromas… Bellas palabras grafiteadas
en los muros… Nombres de seres queridos… En los muros del huerto…
Cerca de nuestro “DÉCIMO PER. ANIVERSARIO“.
Pero el alma llora una pena inmensa.
Droga. Maldita y puta droga.
Maldita y puta droga.
Maldita y puta droga.
Que consume afectos y personas. Que consume vidas y sólo trae muerte.
Tu padre se fue a los 39 años. Vos tenés 34.
¿Qué me espera?... ¿Qué me espera aún en esta vida?...
¿Qué me espera?... No podés irte vos primero.
Yo tengo que irme primero. Recapacitá. Reflexioná. Cambiá.
Me estás matando un poco por día.
Adelgazo un kilo por día… De dolor, de ira, de impotencia.
¿Qué hacer ya?... ¿Qué hacer ya?...
Si lo único que puedo hacer es orar... Orar... Orar...
Y a veces, ni siquiera puedo orar.
Sólo gemir, clamar, suplicar... UN MILAGRO.
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