Sin fecha de caducidad
A media noche un sobrevuelo
de luciérnagas se topan
con mis párpados que somnolientos
se abren.
Aún la luna envuelta en su camisón
de sueño.
no se le antoja salir y embelesar
mi sendero...
Sendero que transito sin colocarle
Límites a este potro de corazón
nostálgico,
que cabalga libre, sin bridas
Sin temor a enredarse con el
aroma del mastranto y con esta
Poca claridad que nos adeuda
la luna...
No tiene fecha de caducidad mi develado
amor por ti.
¡Cuánto lo siento!
Se me antoja amarte en cada pájaro
que abre vuelo al alba,
En cada exhalación cuando bajan
mis pechos a beber de tus aguas.
En la vida con tropiezos y aciertos
con muelles dónde aferrar la soga
de mi barca
...¿Que no es tu sentir ?
¡No fue eso lo que me dijo tu boca
abriendo abriles en la mía!
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