Juegos
de sociedades en comandita
por arteras acciones
y cuentos verdes
absurdos
y desciframiento de manos
pies, pezones
y actores que improvisan
delante de examinadores
y recitan lo advertible
en dos carteles:
“¿Qué es
no ser
de izquierda?”
y
“Tomate tu mate”
Varios hombres
con una mujer cada uno
alzada cada mujer
o en el regazo
como dormida o desvanecida
semejando bebas
y emitiendo las mujeres
a veces sonidos
y oyéndose el consejo
de uno de esos hombres:
“Aun desecha
aprovecha la brecha, Chela
y estás hecha”
Flashes donde los personajes
dialoguen como si
estuvieran leyendo
(controlando)
las pruebas de un libro
Escenas opcionales:
por ejemplo, con Elvira
la hermana mayor de Orlando
quien tuvo una hija: Nelly
aliándose con Margarita
la otra hermana mayor de Orlando
quien tuvo un hijo: Mario
en contra de Orlando
el hermano menor de Elvira y Margarita
quien también tuvo un hijo
Escenas de flagelación
verbal (entre prostitutos y clientas)
y diálogos con apuntadores
(uno para cada personaje)
donde en ocasiones
el apuntador no apunte sino
que dé la réplica directamente
y se trabe en discreta
discusión con los personajes
o con los otros apuntadores
Escena en la que una falsa
niña oriental extraiga
un ridículo papelito
y lea un largo
o conceptuoso discurso
o bien esta misiva:
“Cecilia:
Emergiendo, en un intento
gráfico por acceder
a algún tipo de sobrio
firuleteado (fóbico)
y simpático contacto
fugazmente amistoso
te acerco la impresión
provisoria de que
aunque sin explotar
habría en ciertas napas
de tu entramado constituyente
un uso atinado del humor
calificado “bueno”
y que en frase hecha
al menos en nuestra
maltratada latitud
se disposicionaría en la otra
posibilidad de ordenamiento:
“buen humor”
Cada cual con lo suyo sin explotar
revelar, denotar, te extiendo
un convencional, convencido
y sentido lazo de augurios
de lucidez en combinatoria
con el humor mentado
para esta década
que asoma y asola
Amiga invisible e indivisible
en afán restitutivo
enancada en la contundencia
del espejismo de la aferrabilidad
por la escritura”
Y allí la niña oriental
pronuncia su nombre: “Shushi”
A esta altura de la representación
tendría que irrumpir un periodista
que previo interrogar
anticipe el tenor:
“¿Puedo formularle una pregunta inopinada?”
o
“¿Puedo formularle una pregunta intrascendente?”
o
“¿Puedo formularle una pregunta escatológica?”
o
“¿Puedo formularle una pregunta comprometida con la realidad?”
Título de la obra: “Dulces Arbitrarios”
(mejor que “Pobres & Anónimos”)
o “La Pieza Que Falta”
(o que sobra).
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