NIÑA
Detén el tiempo
en tus manos de seda.
Te he visto sentada
arrullando una nube.
Meciéndote en sentimientos
de alegría y dolor.
Tu ingenuidad transforma
el viento en caricia.
La risa que brota a cada momento
te hace genuina.
Mi dulce traviesa,
hoy miras desde lo alto
la vida con ilusión,
donde la realidad
desespera y
el trabajo aprieta.
Que la magia de tu alma
no desaparezca.
Que tu corazón siga enamorado
de quimeras y esperanzas.
Mas tú, mi niña danzarina,
sigue soñando.
Eres luz
que se trasluce en
un hermoso arcoíris.
Mención de Honor en Premio de poesía "Alma del Campo" del grupo de poesía Tu Voz (Administradores, poetas George Reyes y Graciela Fernández).
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