Cecilia Ortiz-Argentina/Abril de 2019

Sé (lo sé y me duele)
descubro mi rostro (me libero)
y
voy con mi voz a pleno
como un animal lanzado
a su propio rastro
a buscar lo desnudo
sobre el cuerpo puro
hay mujeres con golpes en el rostro
que en el silencio de su alma
naufragan
cuando la noche bebe vino
son viajeras que se pueblan de sueños
esperan la antigua palabra
hacer del amor un sonido a medianoche
cuando ellas acarician la cara del ausente
(no es evocación vana
es como un cuchillo
que no pierde filo)
Mujeres con bravura en el corazón
ángeles del tiempo
( mezcla de mar y río).
vamos todas de pie desafiando credos
que digo
nací de todas ustedes
mujeres consagradas
al pan de cada mesa
a las sábanas tibias
y
a la luna eterna.