lunes, 21 de octubre de 2013

Isidoro A. Gómez Montenegro-México-Octubre de 2013

Naufragio


En la dolorosa humedad de mi cuerpo,
las olas de espuma borran tu silueta.
Sal, aroma, arena, sílice,
se transforman en aliento de espera.
Una playa dolorida…
Allí, nació de mis labios
una calidez marina como olas,
orlas, tafetanes blancos,
figura amurallada de cristal
convertida en líquido aceitunado.
Olas de espera,
un río que confluye al mar,
conchas de nácar prístinas, caracolas,
piedras de pirita
que se esconden en nuestras pisadas.
A lo lejos una montaña
de musgo verde esmeralda,
árboles con hojas color venturina
ramajes amates, ciénagas oscuras.
Guardan los cantos de  aves gansudas exóticas,
imágenes inundadas violentamente
por la soledad  que nos acosa los sentidos.
Mar de espuma que baña mi cuerpo dolorido
un tañer de flor que nace a la mitad del río,
labios que elevan el canto para evitar el naufragio
de un corazón inundado de permanentes imágenes,
como un estanque convertido en espejo.
Reflejo del grácil ondular de un cuerpo femenino
a la espera del mío:
En aquella playa que caminé… buscaré navegar,
mantendré a flote lo que permaneció desolado,
lo que no se convirtió en recuerdo
de unos labios naufragando.





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