Cuaresma…
Cuarentena…
Cuarenta días.
¿cuántos cuarenta días más?
Los días son un largo vía crucis.
No es el condenado a la crucifixión,
el que arrastra la cruz ensangrentada, en la cabían todas las cruces!
Somos los ciudadanos globales;
todos, el resto del mundo.
Miro a mi alrededor,
me miro, nos hemos encorvado;
inocentes y culpables.
La cruz encorva por el peso de la sentencia;
El calvario, incierto, espera
agonías rechazadas.
Las cruces, números multiplicados en sucesión periódica;
se suponen ingrávidas
tienen la arquitectura de las jaulas,
soledad, silencios,
incertidumbres, postergaciones.
El via crucis es una niebla transparente,
Desbordada de puntos suspensivos y no menos
signos de interrogación.
La cruz pesa, cada día un poco más.
La muerte, callando;
Cercana, pasando.
¿Qué se expía?, todavía preguntan
los tremulantes caminantes,
azorados por la ausencia de hasta su propia sombra.
Tiemblan por miedo
dudas, incertidumbres
y esta conciencia nueva de fragilidad.
Y van…en larga procesión
Cuaresmal o
Cuarentenal.
Encorvados,
Coronados sin espinas.
Tomado del Grupo Literarte de Facebook
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