viernes, 4 de diciembre de 2009

Ester García-Buenos Aires, Argentina/Diciembre de 2009



El hombre en la jaula


Paso con bastante frecuencia por esa esquina donde creo que hay una biblioteca. Es un edificio antiguo, muy cerca del Hospital Churruca, que es del personal policial.

Pero lo que atrae mi atención es que en la ochava que forman las dos esquinas hay un pequeño jardín donde se encuentra una gran jaula de hierro que lo ocupa todo. Dentro de esa jaula, la estatua de un hombre con cara de resignación. Esa cara que me pareció había superado la tristeza. Mirando desde otro ángulo vi un par de alas que las rejas no logran aprisionar. Y así pasando y pasando, me atrajo cada vez más el hombre dentro de la jaula, a tal extremo llegó mi observación que soñé que me visitaba: dejó sus alas y el frío bronce rozó mi frente. Me acompañó toda esa noche, como en un delirio, y con su voz metálica me decía que de noche dejaba su jaula, y que los que pretendieron enjaularlo no lo lograron porque su mente libre había dejado impresa en otras mentes la libertad, que no se puede lograr la esclavitud completa del cuerpo, el alma o los sentimientos de las personas.

Me propuse a mí misma tratar de saber quién era ese artista, quién lo había inspirado y qué significado tenía su obra.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ester: una verdad indiscutible. El señor de metal trasciende los barrotes. Fuiste su elegida para sembrar la idea de libertad y lograr este original escrito. Un abrazo, Laura Betriz Chiesa.

Anónimo dijo...

Hola Ester!! que tal???

Impresiona eso, no??

No todos valoran lo que es la libertad, sin ella no se es nada.

un abrazo Ester!!!!

Josefina