martes, 23 de julio de 2013

REVISTA LITERARTE SOPORTE PAPEL-AÑO 12, NÚMERO 40/JULIO DE 2013


SUMARIO Y STAFF REVISTA LITERARTE SOPORTE PAPEL/JULIO DE 2013








REVISTA LITERARTE SOPORTE PAPEL
CORRESPONDIENTE AL MES DE JULIO DE 2013

Patricia Beatriz Martín (autora cuadro de portada)-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013



Tapa
Autor: Patricia Beatriz Martín
Título: Creación 1
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas:50 cm x 90 cm


Patricia Beatriz Martín

Nació hace 53 años en la Ciudad de Buenos Aires.

Siempre le gustaron las artes plásticas en sus varias formas.  Hace 7 años conoció a quien fue su primera profesora de dibujo y pintura, Susana Mera.  Con ella comenzó haciendo pintura decorativa pero a los pocos meses le propuso pintar un cuadro en acrílico. Después de algunos otros trabajos siguió con óleo y, no mucho tiempo después, comenzó a incursionar en acuarela.

Desde hace tres años inició cursos regulares de acuarela en Cleo Art Club con Silvina Belcastro, y en el Taller Arwen con Goyo Barja.

Con el artista plástico Máx Pedreira realizó cursos de dibujo de figura humana con modelo en vivo y varios seminarios de pintura al óleo.  También asistió a varios seminarios de óleo con espátula con el artista plástico Darío Mastrosimone quien reside en San Martín de los Andes.  Con el artista Matías Dalessandro hizo cursos de pintura impresionista.

Participó en tres exposiciones colectivas:

En 2011 en la Galería Theo (en Barrio Norte).

En 2012 en el Encuentro Nacional de Pintores en el Museo Nacional de Arte Decorativo de la Ciudad de Buenos Aires y nuevamente en la Galería Theo con motivo de la semana del Arte.

Loreto Silva (Cine de terror parte II)-Chile/Julio de 2013

Carrie
Alien















 Cine de Terror, Parte II

Es difícil decidir cuáles son las mejores películas de terror. Las listas realizadas por academias y expertos, afines al tema, las incluyen en estricta relación a su contexto socio-cultural. Las buenas de verdad, al verlas hoy en día, todavía nos impactan. Una selección exhaustiva nos lleva a cerca de un centenar de títulos, inabordable para un texto como éste, así que presentaré las que más me han gustado, están dispuestas en orden alfabético.


Alien (1979), el octavo pasajero. El terror y ciencia ficción están en esta película que narra la terrorífica lucha contra un monstruo extraterrestre indestructible a bordo de un carguero espacial, el Nostromo. Una ambientación con tecnología avanzada que genera emociones impactantes por parte de este grupo militar de regreso a la tierra. En este viaje reciben un aviso  de un planeta cercano. Al  investigar encuentran una nave abandonada en donde hay extraños capullos, que infectan a uno de ellos por un curioso ser. Una vez en la nave el afectado queda en cuarentena y, pese al alta, el alienígena ha quedado en su cuerpo. A partir de ahí empieza la caza del alien, ya que éste se ha propuesto acabar, uno a uno, con todos los tripulantes de la Nostromo.



Carrie (1976), fue la precursora del terror que causan los poderes paranormales. La protagonista es una chica que ha vivido alienada por una madre esquizofrénica, con una tormentosa y trastornada interpretación de la Biblia, quien la ha llenado de terror hacia el crecer y ser mujer, con todo lo que esto conlleva, más aún en una secundaria en que es víctima de bullying porque es el bicho raro y hazmerreir de casi todos. La niña-mujer descubre que tiene poderes tele-kinésicos y comienzan los cambios…




El Exorcista  (1973), es considerada por muchos críticos la película más terrorífica de la historia del cine, en ella Regan (Linda Blair) es una niña que es poseída por el diablo. Recluida en la habitación de su casa y sin nadie más a quien poder acudir, la familia necesitará la ayuda de un exorcista que luche para liberar a la joven de los demonios que se han apoderado de ella. Comentan que se trata de una inspiración en un caso real del año 1949, acontecimientos ocurridos a un joven adolescente habrían sido la base de esta historia.
El Resplandor (1980), Jack Torrance (Jack Nicholson) se traslada, junto a su mujer y a su hijo, al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento del mismo durante la temporada invernal, en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su idea es escribir su novela al tiempo que cuida de las instalaciones durante esos largos y solitarios meses de invierno, Desde su llegada al hotel, Jack comienza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, al mismo tiempo que en el lugar comienzan a suceder diversos fenómenos paranormales.




El silencio de los inocentes (1991), el FBI busca a un asesino que mata a sus víctimas adolescentes, después de adelgazarlas y quitarles la piel. Para poder atraparlo han contactado a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel donde el gobierno mantiene encerrado a Hanibal Lecter, un
psicoanalista dotado de una inteligencia superior a la normal.







The Sixth Sense (1999), el Dr. Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia obsesionado con el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cole Sear es un aterrorizado y confuso niño de 8 años que necesita tratamiento, y Crowe ve la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarle. Sin embargo, el psicólogo infantil no está preparado para conocer la terrible verdad acerca del don sobrenatural de su paciente: recibe visitas no deseadas de espíritus atormentados.
Menciono aquí a Los otros (2001), dado que a mi parecer aunque ambientadas en diferentes épocas y distinto tipos de personajes tienen en común un estilo de ver la realidad hasta ese momento inédito.



El Orfanato (2007), Laura es una mujer que regresa con su familia al orfanato donde creció con la intención de abrir una residencia para niños discapacitados. El pequeño Simon, hijo de Laura, comienza a dejarse llevar por unos extraños juegos que generan en su madre gran inquietud, ya que dejarán de ser una diversión para convertirse en amenaza. Una serie de inesperados acontecimientos obligará a Laura a bucear en el dramático pasado de la casa que de niña fue su hogar.
El orfanato comparte mucho con un tipo de cine fantástico que ya no se practica. Se trata de un terror que parte de elementos cotidianos para ir contaminándose poco a poco hasta adentrarse en el miedo y la locura absoluta. Aquí el miedo nace en un entorno idílico, en el corazón de la familia perfecta. Y crece de manera inesperada amenazando con destruir por completo a dicha familia.[]



La Matanza de Texas (1974), después de enterarse que la tumba de su abuelo fue profanada, Sally junto a su novio Jerry, su hermano Franklin, y sus amigos Pam y Kirk van a investigar. En el desértico camino hacia la granja del abuelo de Sally, los viajeros recogen a un sujeto con una apariencia bastante extraña, quien se corta intencionadamente con una navaja y al hermano de Sally. Al llegar a la granja, Pam y Kirk buscan un lugar donde poder nadar, Kirk oye un generador de energía y entra a una casa para conseguir algo de gasolina. Desafortunadamente la casa es del sujeto que había recogido, y del resto de su familia, su hermano Cara de Cuero ataca uno a uno a los viajeros con una motosierra y otros artefactos.




Psicosis (1960), es la cumbre del terror psicológico, de Alfred Hitchcock,  una película brillante que marca en definitiva un antes y un después en la forma de crear terror y suspenso. Una chica, modelo en su comportamiento, se tienta con robar una importante suma a sus patrones y desaparecer. Por la tarde llega a un motel apartado, donde todo comienza a ocurrir.
Alfred Hitchcock, el mago del suspenso, es también creador del terror naturalista con Los Pájaros (1962).



REC (2007), cada noche, Ángela, una joven reportera de una TV local, sigue con su cámara a un colectivo distinto. Esta noche les toca a los bomberos, con la secreta esperanza de poder vivir en directo un impactante incendio. Pero la noche trascurre extremadamente tranquila. Y cuando por fin reciben la llamada de una anciana que se ha quedado encerrada en su casa, no les queda otro remedio que seguir a un grupo de bomberos durante su “misión” de rescate. En el edificio donde vive la anciana, los vecinos están muy asustados. Demasiado. La mujer, encerrada en su piso, lanza unos gritos desgarradores… Los bomberos destrozan la puerta y, seguidos por Ángela y la cámara, encuentran a la anciana como ida. De pronto, la mujer se lanza sobre un policía, mordiéndole salvajemente, delante de los incrédulos compañeros y del objetivo de la cámara. Es solo el inicio de una larga pesadilla y de un dramático reportaje de TV único en el mundo: cuando los bomberos se llevan al herido, descubren que la única salida del edificio está bloqueada por las autoridades. El edificio ha sido puesto en cuarentena. Parece que un extraño virus se ha propagado en el interior…



SAW (2004), Dos hombres se despiertan encadenados a la pared de un lavabo subterráneo. Lo único que saben es que uno de ellos debe matar al otro antes de ocho horas o ambos morirán. Todas las víctimas deben afrontar una elección horrible de la que depende su vida. Un hombre sólo puede librarse de morir enterrado en vida escapando a través de una red de alambre cortante, una mujer debe matar a otro hombre para poder liberarse de una carcasa metálica programada para arrancarle la mandíbula. Estos juegos están orquestados por un asesino conocido únicamente como Jigsaw (“rompecabezas”).




Tiburón (1975), en un pequeño pueblo al este de Estados Unidos el terror se apodera de los bañistas que veranean en las playas de ese lugar, un enorme tiburón ha atacado a un grupo de bañistas. Frente a este suceso, el alcalde de dicho lugar por temor a que los turistas se alejen, se niega a difundir la noticia o advertir a los pobladores. Pero un segundo ataque y la muerte de varias personas terminarán con el silencio. Un grupo de personas conformadas por un cazador, un policía y un científico se aventuran a terminar con ese tiburón.
A ella la han calificado de “técnicamente magistral”.

Hasta aquí mis preferencias.

Para terminar podemos mencionar que han asegurado que la tensión provocada por determinadas películas del género hacen que el espectador queme calorías, es a la Universidad de Westminster a quien se atribuye tal afirmación. No se especifica si esto ocurre la primera vez que se visiona cuando el factor sorpresa es total o si se mantiene, disminuye o desaparece, las veces que se repite. Estas serían: El resplandor: 184 calorías, Tiburón: 161 calorías, El exorcista: 158 calorías, Alien: 152 calorías, Saw: 133 calorías, Pesadilla en Elm Street: 118 calorías, Paranormal Activity: 111 calorías, El proyecto de la bruja de Blair: 105 calorías, La matanza de Texas: 107 calorías, Rec: 101 calorías.
Véalas y aproveche de mantener la línea, ya que cada una quema cerca de una barrita de chocolate o una caminata de 20 minutos.





Raúl Barrozo-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013

Atracción


      El ruido de la catarata es ensordecedor.
El torrente desplomado cae inmemorial desde las alturas. Quique no puede con esa tremenda emoción. Cierra los ojos y vuelve a abrirlos. Es ahí que lo ve, confusamente, entre la niebla que levanta la caída impetuosa del agua. Es como un gato grande, de ojos fijos. Un suave terror lo atrae. Alarga la mano  entre la espuma burbujeante y acaricia el lomo tibio del animal.
       Ya en la habitación, cuando de lo cuenta, Clara se ríe. Entrelazados, hablan de los verdes intensos de la selva, de la niñez con lecturas de Salgari y también de esa explicación del guía: ¨Los yaguaretés son felinos medianos que necesitan espacio para correr. Y mucho alimento, que aquí , no consiguen fácilmente. Dicen que en la selva misionera puede haber no más de quince yaguaretés¨. Finalmente se quedan dormidos en la alfombra, junto a los cansados zapatos y a las medias transpiradas.
        Se despierta tarde. Llegan justo para el último turno de la cena. Hojean la carta de vinos. Ese sauvignon tan bueno de ayer. Lo pedirán de nuevo. Cuando encargan la comida, se acuerdan del video. Y de que mañana será tarde. Quique decide ir de una escapada. Está seguro de que en la filmación lo vería, lo confirmaría. Cruza el playón de estacionamiento hasta el centro comercial. Sólo las balizas de un auto que su dueño se olvidó de apagar interrumpen la noche confundida con la selva circundante. Llega. Todo está oscuro. Aprieta inútilmente el picaporte. Cuando desanda sus pasos calcula las sombras. Comienza a dar grandes trancos. Luego corre. Los ruidos de la selva le golpean los oídos. Le ganan la piel. No puede con ellos. Y es el mismo terror suave que lo atrae. Y corre. Y las plantas le desgarran la ropa. Y la savia pegajosa que le moja el rostro. Y esos ojos fijos. Y esa dulce garra cerrándose en su cuello.

Alba Bascou-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013

EL RELICARIO



            CANDIDA GALIA, pacata neopatricia venida a menos por el cepo al dólar,  liberal hasta el tuétano, haciendo el mayor de los esfuerzos salió a Cabildo y Juramento, aunque no era una actitud común de su clase, como la de tantos otros, a gritar piquete y cacerola la lucha es una sola. Enardecida e injuriosa en ese momento, archivó su estado una vez regresada a su edificio. Antifaz colocado sin esfuerzo en su cara con señales del paso del tiempo, sonrió al ver que entraba en su espacioso departamento- lejos por fin-  de lo que ella acostumbraba a llamar la mugre de la calle, refiriéndose a cierta gente y de ninguna manera a los desperdicios esparcidos por las veredas rotas.
           Ante el asombro de su marido, en los últimos meses, presentaba estados de éxtasis. Ellos, se circunscribían a las mañanas de los domingos, después de un desayuno apurado, donde engullía las tostadas sin respetar las normas del protocolo comestible que había aprendido de la condesa de Chicof, eso sí, por televisión y cuidadosamente vestida como si fuera a escuchar a Donizzetti en el Colón.
            Presurosa y besando en la mejilla tostada a Ernesto, su marido, se encerraba en su dormitorio de ese cuarto piso de una zona paqueta de Belgrano.
            Al principio, Ernesto no le daba mucha importancia. Hacía unos meses apenas que Cándida había iniciado - para apurar su tiempo libre-  técnicas de relajación que iban desde la eutonía, el shiatsu hasta la terapia de vidas pasadas, sin abandonar el ejercicio de la meditación y algún taller del árbol genealógico. No obstante, le llamaba la atención un ruido sordo que seguía al cierre de la puerta, que atribuía al correr de la tranquera del balcón. Sólo se le ocurría pensar que ese irse de su compañía, le permitía a ella disfrutar de la vista de los canteros llenos de alegría del hogar y nomeolvides de la galería, haraganeando, echada en su cama, movida por su menopausia.  De ahí en más, él se concentraba en la rigurosa lectura del diario. Después, se apoltronaba con un vaso lleno de wisky y escuchaba música, ABBA, Bee Gees, Charlie, Fito, Lenon, Spinetta…
            Como a la hora, aparecía Cándida restaurada y vivaracha y lo rebosaba de mimos y caricias que la mayoría de las veces no tenía ganas de responder. Entendé, estoy cansado, con ese ritmo infernal de trabajo que tengo. Cándida consentía a  su sacrificado hombre que estaba ausente todo el  día e inclusive algunas noches. Sabés que el domingo es mi día de descanso, aclaraba Ernesto, estirándose en la hamaca paraguaya cuan largo era. El almuerzo ligero, la  sagrada siesta, los partidos de fútbol frente al televisor, las cenas rutinarias y un hasta mañana, cerraban automáticamente el día.
            En la semana era distinto. La tenía adaptada con el beso del buen día y el hola, el qué tal cómo te fue  del regreso al hogar y el sentarse frente a frente sin hablar durante las cenas como si de ambos lados estuvieron con un muerto en el medio. Claro, éstas no eran muy seguidas ya que Ernesto era un trabajador fulltime que tenía obligaciones permanentes como lobista, asistente a desfiles, conferencias, en síntesis, compromisos que lo distanciaban de su casa y lo llevaban a otros lados.
           



          


             Pasó el tiempo. Y estos ritos, como los otros de la familia que sólo sumaba una hija ausente, quedaron instaurados.
            Parecían muñecos con hilos que se desplazaban por el loft, donde el piso flotante, los azulejos romanos, la yacuzzi, misturados con el moblaje country representaban un desierto de su vida amorosa.
Con el paso de los días, Cándida aumentó las salidas y sus recogimientos de los domingos. Varias veces,  Ernesto la encontró hablando animada con los vecinos del piso de abajo, a los que nunca les había dirigido un simple saludo, ni cuando compartían el viaje en el ascensor. Esto ensanchó su intriga, hasta que una mañana de domingo, acercó
con cuidado su oreja a la puerta del dormitorio para escuchar qué era lo que la llevaba a encerrarse el mismo día de la semana, en similar horario. Lucubró que haría algún tipo  de ejercicio o por qué no, hablara por teléfono con ese tropel de amistades muy particulares, y hasta se convenció. Fue entonces que alcanzó a escuchar un fuerte jadeo mezclado con otros y voces que repetían palabras exoneradas de su código con ella y ayes alargados que no se atrevía a explicar dentro de su ámbito recoleto.
            De un manotón abrió la puerta.
           La vio con los ojos en blanco, subiendo y bajando las caderas y los glúteos rítmicamente, emitiendo unos aullidos a lo loba. Creyó enloquecerse porque al mismo tiempo, otros rugidos se sumaban a los de ella. Con las manos en la cabeza, salió al balcón del que la puerta ventana estaba corrida. Fue allí que descubrió que los alaridos- sin descanso- subían desde el piso de abajo.
            Descubierta, Cándida se enfureció y enfrentó a Ernesto quien malherido, vencido en su machismo,  no se explicaba cómo su mujer, suu- mu-jerr, podía cabalgar el sexo, excitada por los vecinos del tercero.
            Salió de la habitación, cuerpeando lo que tenía enfrente, atropellando al pobre chiwawa semejante a un bonsái, que ladraba sin parar. Furioso, sin control, seguido de los insultos de Cándida que hasta ese día había desconocido.
            Tomó la botella de Chivas, se sirvió un vaso hasta el borde, mientras buscaba su agenda electrónica. Discó un número y acordó una cita. La transpiración se escurría por su cuerpo. Se metió en el baño. Salió duchado, oliendo a Givenchy, y a los gritos le anunció a su mujer la inmediata venta del departamento y la separación. Y se fue a encontrar con una de las lolitas de su colección, cerrando la puerta con un golpe que resonó en el edificio entero.
            Ella juntó estampas de la Virgen del Coro,  Ochoom y Sai Baba. Agregó un Buda en el medio, comprado en el barrio chino cercano, al que le rascó la panza en señal de ayuda. Encendió varias velas, y la música del efecto Mozart resonó en la habitación. En tanto, su angustiada voz repetía que no lo venda, que no lo venda, en posición de loto. El cuadro era perfecto.
            Una ráfaga de viento se coló por la ventana abierta y un fuego sin autorización despegado de las velas prendidas a Shiba, arrasó las sábanas y la alfombra. Desnuda, bajó gritando por las escaleras fuego...fuego..., mientras el portero intentaba cubrirla con la arpillera que usaba de alfombra para los días de lluvia.
            Los bomberos terminaron con el fuego. Cuando subió al cuarto piso, casi todo era cenizas, o chamusco y el humo bailoteaba todavía. A pesar del llanto, pudo ver algo dorado, redondo como una polvera y recordó que era un pastillero que hacía muchísimos años, le había regalado a Ernesto, en París, durante la luna de miel.
           




El calor había distendido el metal y aflojado el cierre. Por curiosidad, levantó la tapa. Vellos de distintos colores, castaños, rojizos, albinos y negros tenían atados nombres de mujeres. Los leyó: Giselle, Marie, Flor, Estrella, Leonor, María, Cascabel  ... e interrumpió la lectura. Los había largos y finos, otros resistentes y gruesos y no eran nativos de la cabeza. Un bramido bestial arrancó de su garganta que pegó contra la identidad de los pelos púbicos, que mágicamente levantaron vuelo en un jadeo ensordecedor.


Miriam Brandan-es argentina, reside en Estados Unidos/Julio de 2013



El puente

Momentos robados, que terminan de prisa
cuando te espero mas allá de los muros,
junto al puente de piedra salpicado
de musgo tibio, húmedo y oscuro.

Me siento a su cómplice resguardo,
sueño el reflejo de mis ojos en los tuyos,
mientras un tenue rayo de humo blanco
se mece adormecido entre los juncos.

El tiempo queda en lánguido suspenso
al posarse mis labios en los tuyos,
y vuelve eterno y mágico al instante
en el que al fin, podemos estar juntos.

Y confidentes, las piedras lo saben,
que no existe un amor mas profundo,
mudos testigos de los besos, las promesas,
de las caricias, las miradas, los arrullos.

Aunque quisiera a toda voz, gritar tu nombre,
tomar tu mano y besarte frente al mundo,
se que este amor ha de vivir solo en mis labios
y cada noche, junto al puente...unos minutos.


          Laberinto

Ese día llegara, estoy segura,
en el que pueda escapar del laberinto,
al que caí tras resbalar de la cordura
cuando dijiste que tu amor ya no era mío.

Ese momento llegara, puedo sentirlo,
resurgiré de mis cenizas, como el fénix,
y volare hacia una frontera imaginaria
donde estarás conmigo para siempre.

Y allí no habrá un camino lúgubre y sombrío,
como el que hoy ando de la mano de tu olvido,
y las agudas espinas de tu ausencia
no arrancaran de mi, lágrimas de vidrio.

Si por mis labios vaga errante una sonrisa,
y mi mirada se perdió en el infinito,
es simplemente porque vivo ensimismada
en el recuerdo de lo que viví contigo.

Con alas blancas volaran mis sentimientos,
y la pasión se arrojara desde mi boca,
yo se que pronto he de salir del laberinto
y me reiré de esos que hoy me llaman loca.



Mi Lienzo
Déjame que te acaricie
y te cuente lo que siento,
con la punta del pincel
que es la extensión de mis dedos.
Déjame que grave en ti,
en lo blanco de tu cuerpo,
los colores y las formas
que tienen mis sentimientos.
Se el espejo de mi alma,
muestra lo que tengo adentro,
cuéntale a todos quien soy,
que  vean en ti, mi reflejo.
Y en una nube cargada
de oleo, trementina y sueños,
déjame reposar por siempre
entre tus brazos, mi lienzo.



     Sin llamar

Entra sin llamar, hoy no te anuncies,
Entra y roba mis momentos, ilusiones y sueños,
Despójame despacio, de pie frente al espejo
De mis viejas cobardías y mis infantiles miedos.

Hoy no me dejes nada, nada quiero.
Llévate mis esperanzas y también mis pensamientos
Y aunque me resista, aunque trate de esconderlo,
También llévate ese enorme baúl con mis recuerdos.

Huye lejos con mi historia enredada entre los dedos
Y no dejes que te alcance, de verdad, no quiero hacerlo,
Déjame el alma desnuda, deja en blanco mi cerebro,
Arrebátame el pasado y el presente, no los quiero.

Quiero despertar mañana y respirar el aire fresco,
Quiero ver con otros ojos, a un mundo que será bello
Y con los brazos abiertos y el viento ondeando en mi pelo
Quiero arrojarme a  la vida... para vivirla de nuevo.



Mar de Olvido
Extraviada en un profundo mar de soledad…
no hago otra cosa que pensar en ti.
Es un mar sin senderos, mar de olvido,
es un mar envuelto en  sombras
el mar en el que me he perdido.
Ya no existe para mi el resplandor de las estrellas,
ni el calor del sol que en otros tiempos fuera mío,
amortajado en tristeza hoy esta mi corazón
susurrando tu nombre junto a un mar eternamente frio.
Y aunque no estés mas a mi lado, siempre estas aquí
sentado a la orilla de mis pensamientos,
agitando ilusiones y lanzando recuerdos
al estéril  mar de arena  que es mi boca sin tus besos.
Si la luz de tu mirada ya no brilla en mi horizonte,
 a ciegas vagare por siempre entre la niebla.
Me encuentro en un estado vecino a la locura…
mientras se hunde mi alma… en la oscuridad de tu ausencia.

De piedra

Cuanto tiempo de mi vida he perdido
planeando tantas cosas que no hice,
construyendo caminos que no anduve,
diseñando mil sueños imposibles.

Cuantas veces he muerto enamorada
en los brazos de Romeos invisibles,
que me amaron sin que yo me diera cuenta
y a los que ame, aunque nunca se los dije.

Tantos veranos han pasado ante mis ojos,
sola he temblado contemplando las estrellas,
lluvias de invierno se escurrieron por mis manos,
voraces hiedras se treparon por mis piernas.

Aquí enclavada, a mitad del campo santo,
sueño ser libre de vagar por donde quiera,
mas, mi sentir, aunque esta vivo y palpitante,
es prisionero en un gris cuerpo de piedra.


                        Fantasias

Adonde vuelan tus sueños cuando te quedas dormida?
Dime niña, ojos de esmeralda
Que fantasía tiene hoy tu alma escondida?
Acaso vuelas en la espalda de un cometa
Hasta un país de increíbles maravillas?
Y eres princesa de un castillo entre las nubes
Donde la pena tiene la entrada prohibida?

Adonde vuelan tus sueños cuando te quedas dormida?
Dime niña, labios de rubí
Que fantasía tiene hoy tu alma escondida?
Acaso nadas en el mar con los delfines
Hasta el lugar donde viven las ondinas?
Y como ellas, eres mágica y hermosa
Y allí no hay llanto, porque todo es alegría?

Adonde vuelan tus sueños cuando te quedas dormida?
Dime niña, mejillas de durazno
Que fantasía tiene hoy tu alma escondida?
Acaso juegas con los niños en la calle
Sin tener miedo de las balas asesinas?
Y eres feliz, pues no hay morteros ni metrallas
Que te despierten cuando duermes, dulce niña?



USTED
Dígame ahora, que quiere usted de mi?
si  bien sabe que no puedo tenerla.
Por que se empeña en mirarme usted así?
hace que todo alrededor… desaparezca.
Hace que el mundo se convierta en un vacio
y que no existan para mi, mas que sus ojos,
me mira usted, y yo me pierdo en su mirada
que puedo hacer, si usted de amor me ha vuelto loco?
Se llena el aire de su aroma cuando pasa                            
y no hago mas que imaginarla entre mis brazos,                
se me desgarra el corazón, porque no es mía
y se lo ofrezco igual a usted, hecho pedazos.

Son la esperanza y la agonía mi destino,
dígame usted, que puedo hacer para cambiarlo?
como evitar la fantasía de sus besos?
como evitar estar de usted… enamorado?

Ofelia Capodacqua-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013

Dos cuerpos

Los encontré helados de frío      tiritando
en la noche lluviosa       patética
en el refugio de un zaguán cubiertos de harapos

Los encontré en la mañana de niebla
limpiando vidrios en calles peligrosas
dos cuerpitos rogando una moneda

Los encontré ofreciendo flores
frente a coches suntuosos

Los encontré sin saber que de mi alma
ya nunca se borrarían... heridas latientes
Con manos unidas mi voz tiritaba una oración
y helada me preguntaba por  qué

Los  encontré comiendo migajas
de  manos de un patrañero maestro siniestro
Siniestra calle de corrupción      camino al desvío
De la imagen de la justicia         la balanza cayó
De sus manos   pájaros heridos
caen al abismo como mi corazón  




Revoloteos de recuerdos

Alegre apenas
salgo al empedrado
recorro senderos conocidos
jugando a muerte

                        un Judas en cada esquina
                        siglos de clavos sangrantes
                        acusando a inocentes
                        amigos que dicen serlo

abuelos esperando
migajas de pan
caricias         con revoloteos
de recuerdos.

                        La balanza siempre
                        hacia el repugnante oro
                        (piececitos descalzos
                        entumecidas manitos)

Mi espíritu
salta al vacío
no quiero morir
quisiera jugarme.


Aleluya

Dejaré que mis sueños
crezcan      no permitiré
pasen al olvido                                       
ni que duerman escondidos
                       
                           Mi corazón todo se alegra
                           Nadie        ni tempestad
                           con mares revueltos
                           podrán avasallar mis anhelos

En mis manos abiertas
Caerá la tarde
de largos días
Esperare la luna
                       como enamorada

Las estrellas me acarician
Como flores iluminan
mi alma ansiosa
de días felices
  
                   La dicha existe
                   basta con cantarle
                   Aleluyas a los campos
                   Vientos y mares
       
Gritar verdades
que se haga la luz
mientras pájaros vuelen
el universo cante
                   al sol de la mañana
                   con poemas de amor

Del libro "Paisajes de añoranzas"/Ediciones Literarte 2013