lunes, 22 de julio de 2013

Celina Vautier-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013



Todavía


En el laberinto de este cruel destino,
perdida en la sombra,
sin meta ni sino,
envuelta en silencio,
sin ley ni camino,
sentada en espera del último aliento,
llena de recuerdos que hieren muy hondo,
plena de preguntas que se lleva el viento
y que en soledad yo misma respondo
Perdido el impulso que me sostenía,
mi mente alocada, sin control alguno,
me habla, me dice, me insiste, me grita,
y vuelve y revuelve en la misma herida ,
cuando ya no duele,
cuando está cerrando,
me azuza, me empuja,
hasta que consigue
que sangre, que hiera.
Que lo siga amando.

                        Del libro Poemas encadenados

La vida

La vida es una rosa y como tal,
se marchita y se aja con el tiempo.
Sólo queda su aroma que, a veces,
vuelve a nuestra memoria
y creemos sentirla como antes.
Pero es una ilusión de nuestra mente,
que engaña, no sé bien para qué,
a nuestro triste corazón cansado.

 Inédito

Quise volar

Alrededor del sol quise volar
y quemarme las alas en su ardiente calor.
Ahora no tengo alas, ahora no tengo sol,
puedo volar lo mismo, no me puede importar.

La poesía me lleva, me arrastra sin parar,
cuando llega y me busca en su vuelo ideal
me envuelve y me enloquece con su ansia de viajar
y la sigo sumisa en su paseo astral.

           Inédito                                    

1 comentario:

Pilar Molina dijo...

Hermosos poemas. Sin duda alguna, la poesía vive en ti. ABrazos y felicidades.