De cristal
Estaba recostada, melancólica, mi cama se quejaba, sentí entonces un relincho bajo mi ventana, bajé las escaleras rápidamente, un Joviano con sus patas delanteras, me llamaba… al acercarme, acaricié su cuello, el animal, muy dulce, me habló: Oye damita, ¿no me acompañas?, iremos a ver a tu príncipe-dijo.
La mañana iluminaba la gramilla y el sendero entre pinos y magnolias. Era una zona casi extraterrestre.
Paremos aquí, dijo mi amigo, una luz rojiza apareció a lo lejos, una mano rozó mi frente. No llores, tus lágrimas me duelen… siempre estaré contigo, quiero verte serena. La imagen se alejó. El potrillo repitió: es tu amado, quiere que seas feliz, y yo también, amiguita, abrázame.
Cabalgamos. Entramos al bosque, un árbol casi dorado, de cristal, movía sus hojas. Me decía: un día vive, otro llora recuerdos buenos, luego piensa que la vida es de cristal, a cada paso habrá campanitas, según sea el momento. Entonces sentí una lamida en el pómulo.
Se despedía al trote, el compañero.
Ser
Me complican
quiero ser sencilla
Me quiebro en lo alto
Tu intenso fuego
con armas intrincadas
asoman en tus ojos
No alcanzo a comprender
Ágil cuerda
eso quiero ser
como en la copa
es la gota del borde
Un hilo fuerte,
que no se quiebre
Sauce que el vendaval
no lo desplome
Contemplo
Crepúsculo te contemplo
descubro día a día
el ala de un ángel
frente a mi anochecimiento.
Llega la noche
en el rincón más profundo
se asoman recuerdos
júbilo de juventud.
Cantos, alegrías fugaces
como si nacieran rosas
en blanco vacío
melodías secretas.
Alzo los ojos
veo la luna
tal vez en ese instante
recuerden a un poeta.
1 comentario:
Hola Ofelia muy lindo el relato y tus poemas!!!!!
beso Josefina
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