Domingos
Cuidado con los domingos a la tarde. Hora de
encerrarse
y evitar escenas perturbadoras. Señoras
mayores
acompañadas de jóvenes parientes tocando el
timbre
en casas o departamentos, con un paquetito de
masas
tan fino como vacilante. No olvidar ni
perdonar aquellos besos
que nos dejaban manchadas las mejillas, los
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sobre nuestras caras de pícaros, el estirón
que habíamos pegado.
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