Trinidad Aparicio-Barcelona, España/Diciembre de 2009

Cartas en serie

Barcelona 15 de octubre de 2009

Querida Ana, pides en la tuya, que te cuente de mi, pero si bien se dice que toda vida merece ser contada... Contarte mis vivencias sería el cuento de nunca acabar. Tu sabes del largo camino que ya llevo recorrido, sabes también que gozo de buena memoria por lo cual he archivado ya, en ese compartimiento de mi cerebro un sin fin de anécdotas; muchas de las cuales he transformado en historietas que tu ya has leído.. De cómo soy, lo dejo a la opinión de familiares y gente allegada incluyéndote a ti.. Seguro que no todos serán de la misma opinión. Según caiga la moneda: “dirán”. He recibido grandes satisfacciones y no tantos desengaños. Tengo también mis cargos de conciencia. Esos cargos forman parte de mi vida secreta; pues como dice G. García Márquez , yo también tengo mi tercera vida: “la secreta”.

Te confieso que siempre tuve la ilusión de que la corriente de mi vida, al final me tendría reservado un remanso donde poder gozar de una plácida vejez.. ¡Cándida ilusión! Vivo rodeada de juventud y bullicio de chiquillos. Incluso aturde el silencio. Hoy , llueve y yo acompaño al cielo en su llanto.

No demores en contestar. Un abrazo.

Clara

Mar del Plata 28 de octubre de 2009

Querida Clara, termino de leer tu carta y... ¡Caracoles, quedé bien compungida! Cierto qué no debe ser fácil la convivencia entre cuatro generaciones; pero yo, que no tengo ni sobrinos, sanamente te envidio. Agradece al cielo ser base de una piña familiar. Presiento que estás de brazos caídos y te pregunto: Clara, ¿dónde quedaron tus cascabeles y castañuelas? Si, recuerdo con placer, anécdotas compartidas. ¿Acaso has olvidado tu, cuánto nos reímos el día en que apareciste vestida al estilo Cleopatra? Estabas irreconocible y la peluca te quedaba horrible. Seguro que en tu interior, sabes dónde buscar. Busca Clara, recupera los cascabeles. Mírate al espejo y sonríe aunque llueva.

Ana